rumiar la biblioteca

lunes, 1 de marzo de 2021

Toni Hill o la oscuridad de los ricos

 

Toni Hill, El oscuro adiós de Teresa Lanza, Barcelona, Grijalbo (2021)

https://www.megustaleer.com/libros/el-oscuro-adis-de-teresa-lanza/MES-115141

Teresa Lanza, una hondureña que limpia casas, se tira un día por la ventana. Ha decidido suicidarse y nos lo cuenta. La voz de Teresa sigue entre los vivos, su espíritu provoca corrientes heladas. Ella trabajaba para unas cuantas familias, todos los personajes que pueblan esta novela. Poco a poco, vamos conociendo los entresijos que esconden todos ellos, sus miserias. Personajes de clase alta, pero también unos cuantos que "ayudan" en sus casas, pues así es como se refieren los ricos a sus empleados. Pura hipocresía con la que saben que manejan la vida de los demás. Así los tratan, con condescendencia. Pero la pasión desconoce los prejuicios (o se alimenta de ellos) y hace que todo salte por los aires. Se avivan los amores secretos. Se despiertan los celos pasionales. Se descubren casos de corrupción en los que los que menos cuentan se ven obligados a implicarse.

"[...] la violencia no es algo lejano, sino una realidad tangible, y, llevados por su instinto de clase, se esforzaron por borrarlo de sus mentes cuanto antes, matizando que el impulso criminal procedía de alguien que, en definitiva, no pertenecía a su círculo; ni siquiera a su entorno o a su país."

Diálogos notables, reflexiones que despiertan esa emoción que conecta con lo verdadero, estructura que poco a poco va encajando como un puzle, diversión y suspense, prosa cristalina y deslizante: así construye Toni Hill una novela que encaja en los límites del género negro pero que también consigue renovarlo.

lunes, 22 de febrero de 2021

Raquel Taranilla o larga disertación con enciclopedia

 

Raquel Taranilla, Noche y océano, Barcelona, Seix Barral (2020)

https://www.planetadelibros.com/libro-noche-y-oceano/311737

Bea Silva abre el periódico y lee la noticia de que la cabeza de Murnau, el director de cine, ha sido robada de forma misteriosa. Pero lo más sorprendente no es este hecho en sí, sino que la misma Bea tenga sobradas sospechas de quién podría ser el culpable. Por eso nos cuenta, a partir de una larguísima disertación erudita entretejida de incontables referencias y anécdotas alrededor de Murnau y sobre todo alrededor de los entresijos del rodaje de su última película, Tabú, cómo conoció al con toda probabilidad autor del robo cuando su casera alemana, un tiempo atrás, alquiló a un tal Quirós la parte de arriba de la casona vieja donde Bea vive. Bea es una profesora universitaria de sociología del turismo que está feliz porque tiene el verano por delante para aislarse de todos y escribir el artículo de turno, pero enseguida se siente atraída por el tal Quirós y sus aventuras obsesivas en busca de Murnau. De hecho, esa es toda la trama de la novela, la confesión de Bea de que se se enamoró de Quirós, pero también nos dice que es incapaz de hablar de amor, de modo que la novela se construye con infinidad de citas y referencias al modo de una enorme enciclopedia sumamente irónica (cosa de agradecer) y notablemente bien escrita (estilo impecable el de Taranilla), repleta de notas al pie como si de un trabajo de investigación se tratase, que van variando y sobre todo hipertrofiando aquella noticia del robo del cráneo de Murnau.

"Hasta que me viniese el sueño me dedicaba a pasar las páginas de un libro de fotografías con la confianza de encontrar algún detalle, elemental pero sugerente, que me sirviera de punto de enganche desde el que empezar el artículo que tenía por escribir. Dándome ínfulas podría decir que invocaba a las musas o que me ponía al alcance de la inspiración, pero seguir manteniendo en vigor esa idea de la escritura (en general, de todo trabajo creativo) me parece hortera (como metáfora) o delirante (como descripción). Por lo menos en mi caso, confeccionar textos es un trabajo terrenal que está más cerca de una tarea a pico y pala que de una conexión íntima con el cosmos."

 



lunes, 15 de febrero de 2021

Laura Fernández y la novela-cómic

 

Laura Fernández, Wendolin Kramer, Barcelona, Seix Barral (2011)

https://www.planetadelibros.com/libro-wendolin-kramer/48023

Delirante y divertidísima novela-cómic donde las cosas hacen PUM, CLIC-CLAC y TACHÁN, que cuenta la historia de una treintañera que ha leído demasiados cómics y que se toma la vida como un cómic de detectives (aunque no existan demasiados). Es una mujer Quijote que entiende la realidad según todo ese material que ha leído, de modo que se considera una Súper Chica que debe descubrir el fraude que hay detrás de una escritora superventas ya muerta, para lo que tiene que enfrentarse a unos cuantos supervillanos, con la compañía de su perro (que va al psicólogo). 

Todo esto contado con una prosa veloz e irónica repleta de diálogos:

"Wen llamaba 'intervenir' a entrar en acción, quitarse el jersey, dejar al descubierto la letra 'S' en amarillo chillón sobre fondo blanco (el diseño había sido cosa de su madre) de su traje y perseguir ladrones, obligar a los maleducados a portarse bien y alejar cualquier tipo de amenaza supervillana."

 



lunes, 8 de febrero de 2021

Alan Pauls y la lectura (Fragmento del diario, 22/06/2019)

Abro esta entrada porque me quedé con algunas ideas de la presentación a la que acudí el lunes de Alan Pauls. Siempre me fascina la capacidad de este hombre para pensar en directo y casi escribir en directo. Supongo que eso se debe a las tablas de profesor, que ayuda mucho en este aspecto. En la presentación me encontré con Rodrigo Fresán y me contó que está a punto de terminar de revisar sus pruebas de la próxima novela que saldrá este octubre y que mi libro aún espera en la pila de libros por leer (dijo que estaba el primero, pero ya sabemos que los escritores somos algo aduladores en general). De todas formas, muy simpático y generoso Fresán.

Volviendo a Pauls, el libro que presentaba era el de la lectura, Trance. Soltó unas cuantas ideas que me gustaron mucho:

1.  La de la presencia como algo que desaparece. Se refería al teatro y también a las presentaciones de libros. En general, la presencia está desapareciendo de la experiencia interpersonal. Cada vez es más difícil y extraordinario ver a la gente en directo.

2.  La del cuerpo de lectura. Se refería a las posiciones extrañas que uno adopta cuando lee y que no se da cuenta porque lo último en que uno piensa cuando lee es en lo que pasa fuera del libro. El cuerpo de leer es otro cuerpo. Tanto que hasta a veces esas posturas incómodas no lo resultan tanto.

3.  Habló también de la "función lectura", en el sentido de que existe cierta forma de entender (interpretar) cualquier situación que se relaciona con la lectura. Uno puede "leer" una situación, cualquier situación cotidiana. Analizarla, en cierto sentido. Y se refirió a esto como una capacidad anacrónica. A mí me hubiera gustado preguntarle si esto es algo que se aprende leyendo o si a uno le gusta leer porque tiene en sí esa capacidad, porque uno aplica la función lectura a todo. Yo creo que es algo que se aprende leyendo y que como leer es anacrónico (a pesar de que es una práctica que siempre prescindió de la presencia, y en ese sentido es muy actual), esta capacidad "lectura" se está perdiendo, porque la gente apenas lee ya.

lunes, 1 de febrero de 2021

La novela deejay XIII

 

Si imaginamos un destino de la literatura similar al destino de la música, en el sentido en el que hoy aplaudimos y celebramos y adoramos al deejay como si de una estrella de rock o de un concertista virtuoso o de un afamado compositor se tratara, y celebramos su trabajo, es decir, el de poner discos, como arte, o mejor dicho, celebramos su collage y su mixtura y su capacidad de navegar por el tiempo y la tradición, de hacer tremolar el tiempo sobre diferentes bases, y extrapolamos el fenómeno al libro, o mejor, al libro electrónico, y pensamos que el escritor dejará de ser ese juntapalabras o el que busca estilo y construye una escritura, y que su función se habrá desplazado hacia un diseñador-maquetador con talento, con conocimientos de programador, que fabrique collages y corta-pegas y links de navegación por las grandes obras de todos los tiempos y aplaudamos su trabajo, lo celebremos como gran hacedor de los tiempos por venir, y colaboremos para que pueda ganarse la vida con mucha mayor soltura que un escritor, porque tal y como dicen algunos, y no sin razón, con semejante tradición para qué escribir o reescribir, o contestar y dialogar con esa tradición, quizá sea suficiente con manipularla y fragmentarla y servirnos de ella para contar la historia que queramos, para seguir ejecutando el hecho literario.

Por ejemplo, yo podría continuar con el montaje de una autobiografía in progress, que ya comenzara con los posts La novela deejay, La novela deejay II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI y XII utilizando un fragmento de Las olas de Virginia Woolf para explicar qué entiendo por estilo o qué significa escribir o cuánta importancia le doy yo también a eso musical de la escritura:
 


 

lunes, 25 de enero de 2021

Ana Basualdo y la crónica como armado narrativo

Ana Basualdo, El presente, Buenos Aires, Sigilo (2020)

https://www.sigilo.com.ar/productos/el-presente-cronicas-ana-basualdo/

Este es un libro de crónicas entendidas como las entiende la particularísima voz de Basualdo: ironía constante, cierto desparpajo, precisión, valentía y poética-espejo de la calle. La parte de Buenos Aires (años setenta) está poblada de personajes curiosísimos: una cantante de tango que ha abandonado su carrera por la vía mística, una mujer que canta gospel imponiéndose a todas las críticas, un fanático arltiano de la logia Anael (un delirio fascinante), Perón y Evita por todos lados. También el cineasta Leonardo Favio, confiterías de Buenas Aires y la moda camp. En la parte de Barcelona (desde los ochenta en adelante), hay entrevistas a Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares, Antonio Di Benedetto, Enrique Lihn, un locutorio o el bar Salamat, entre otras crónicas. Las más notables: el mitin de Pablo Iglesias en Barcelona y la nota de Amy Winehouse, que en realidad es anticrónica, pues Amy ya no vive.

Una vez Ana Basualdo me dijo que de chica, en el Tigre, le gustaba subirse a los árboles para leer. Yo le dije que me parecía una imagen lindísima y que ojalá le hubieran sacado una foto, porque seguramente sería la portada de este libro. Ella se rió, como si lo que acaba de decir fuera un anacronismo absurdo.

"Me formé en un tipo de periodismo en que la primera persona era impracticable, y la columna de opinión sobre temas diversos no existía. No era un mal límite. En España, la crónica, el reporterismo de calle casi ha desaparecido, como forma habitual de registro social. Materiales, temas idóneos para la crónica periodística se han desplazado al cine documental a veces con extraordinario rigor y experimentación formal y, también (personalmente, lo lamento) a la novelización. Hemos perdido grandes cronistas, en España, que optaron por la producción de novelas temáticas de factura decimonónica. La crónica no es o no era la expresión de las emociones u opiniones del autor sino, en todo caso, por añadidura o subyacencia, un armado narrativo de información capaz de sostener la verosimilitud del punto de vista. El periodismo ha cambiado absolutamente, en lo empresarial, tecnológico, formativo, formal, gremial, social. Más o menos como todo. Y la reacomodación arrasó (acordémonos de las oleadas de despidos) también con el reporterismo callejero sistemático. Hay campos de la información que solo pueden roturarse a través de fuentes vinculadas al poder, pero no es la única realidad que necesita ser explorada. El panorama social suele resumirse en encuestas, estadísticas, atención suprema a los comentarios en redes, preguntas previsibles micrófono o cámara en mano, contagio de todos los medios en la explotación de lo escabroso o melodramático."