rumiar la biblioteca: Rubén Martín Giráldez
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lunes, 24 de abril de 2023

Mohamed Mbougar Sarr o el misterio del Rimbaud negro


Mohamed Mbougar Sarr, La más recóndita memoria de los hombres (2021), traducción de Rubén Martín Giráldez, Anagrama (2022)

https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/la-mas-recondita-memoria-de-los-hombres/9788433981257/PN_1083

Un escritor senegalés descubre una novela fascinante, un libro mítico y muy difícil de encontrar escrito por otro escritor senegalés al que llaman el Rimbaud negro. Se trata de El laberinto de lo inhumano de T. C. Elimane. Alrededor de este escritor y de esta novela transcurre la novela de Sarr. Estructurada por distintas partes narradas por diferentes voces, con fragmentos de la crítica de la novela y otros textos diversos, vamos conociendo la vida de Elimane y de todos aquellos que lo conocieron. Al final es el lector quien debe recomponer el puzle. 

"Lo que acabará pasando, sin duda, es que la Francia burguesa, para tener buena conciencia, consagrará a uno de vosotros y veremos de vez en cuando a un africano que alcanza el éxito o es erigido como modelo. Pero en el fondo, créeme, sois y seguiréis siendo extranjeros, independientemente del valor de vuestras obras."

Sarr construye una novela sumamente entretenida, muy hermanada con la estela de las grandes novelas de Roberto Bolaño. Tal vez se puede argüir que se nota la juventud del narrador, pues a veces echamos de menos cierta profundidad en la reflexión. Aparte de eso, y de que no hay grandes proezas estilísticas, la lectura es placentera y abunda en asuntos relacionados con Senegal, la literatura no occidental vista desde Occidente y lo que significa ser escritor a secas.

lunes, 1 de agosto de 2022

Angela Carter en el circo

 

Angela Carter, Noches en el circo (1984), traducción de Rubén Martín Giráldez, Madrid, Sexto Piso (2022)

https://sextopiso.es/esp/item/600/noches-en-el-circo

Fevvers es una mujer mitad pájaro que ha recibido la visita de un periodista, Walter, porque tal fenómeno de circo no puede escapar a las noticias. Ella es trapecista, la mejor y más destacada de Londres. Estamos justo al final del siglo XIX y los espectáculos en directo no se llamaban "en directo". La prensa se interesaba por ellos.

La cuestión es que la tal Fevvers le cuenta toda su vida: un periplo bien sadiano y picaresco. Y el tal Walter se queda prendado; tanto, que convence a su jefe para que lo deje viajar con el circo hasta Rusia para escribir una crónica de todo lo que acontece. 

Así se van a Rusia y luego viajan a Siberia, y entonces sufren un accidente que los lleva de regreso a un mundo mágico y prerracional. Un mundo donde Fevvers encaja perfectamente.

"En esta época, el umbral de la era moderna, la bisagra del siglo XIX, si se hubiera hecho una consulta popular entre todos los habitantes del mundo, la mayor parte de ellos ocupados como estaban a lo largo y ancho del planeta en los asuntos cotidianos de la agricultura y la tala y quema, las guerras, la metafísica y la procreación, habrían coincidido con aquellos siberianos indígenas en que la idea misma del siglo XX, o de cualquier siglo, era una noción estrafalaria. Si ese plebiscito global se hubiera llevado a cabo de manera democrática, el siglo XX directamente habría dejado de existir [...]. Sin embargo, incluso así, incluso en aquellas remotas regiones, aquellos fueron los últimos y desconcertantes días antes de la historia; es decir, de la historia tal y como la conocemos; es decir, de la historia blanca; es decir, de la historia europea; es decir, de la historia yanqui..."

Humor a raudales, feminismo a destajo, delirio de personajes.

lunes, 31 de mayo de 2021

Ted Chiang o la tecnología está cambiando tu percepción

 

Ted Chiang, Exhalación (2019), traducción de Rubén Martín Giráldez, Madrid, Sexto Piso (2020)

http://sextopiso.es/esp/item/472/exhalacion

Llevamos años escuchando que la ciencia ficción es el nuevo realismo, y libros como Exhalación se plantean cómo las nuevas teconología que usamos a diario están cambiando nuestra percepción de la realidad. Claro que antes de Chiang lo hicieron Dick y Ballard, por nombrar a los más destacados. Temporalidad, recuerdos, identidades o qué significa ser humano: en esa línea van los cuentos de este libro, con reminiscencias borgianas, sin duda, pues hay dobles a cada rato, puertas del tiempo en cuentos con aires milyunanochescos, paradojas temporales, caminos que se bifurcan, etcétera. Pero sobre todo hay distintas maneras de imaginar cómo pensaremos, cómo nos relacionaremos y qué dilemas éticos nos plantearemos a poco que esa tecnología siga el camino natural de su evolución. 

Hay un cuento asombroso que a todos recordará a un episodio de Black Mirror donde existe una tecnología capaz de grabar todos los recuerdos para después visualizarlos. Chiang hace el ejercicio de comparar este cambio de paradigma con lo que supuso la escritura en las sociedades orales. Sabemos que la memoria tergiversa los recuerdos, sabemos que existen los recuerdos falsos. En este cuento, la tribu que comienza a usar la escritura cambia su manera de pensar y termina por fiarse del papel. Del mismo modo, la sociedad que graba los recuerdos terminaría por fiarse de esos vídeos: "Mentalmente, pasaremos de la cultura oral a la cultura alfabetizada" ("La verdad del hecho, la verdad del sentimiento"). 

Hay otro cuento magnífico ("El ciclo de la vida de los elementos de software") donde la protagonista debe adiestrar a mascotas virtuales. A poco que vamos adentrándonos, descubrimos cómo el hecho de relacionarse con inteligencias artificiales despliega dilemas éticos así como emociones intensas en la protagonista, pues el amor nace cuando existe implicación, tiempo y esfuerzo: "Quieren algo que responda como una persona, pero a la que no se deban las mismas atenciones que a una persona, y eso es algo que ella no puede darles". 

Además de estos dos, tal vez mis preferidos, hay un cuento con portales que permiten el viaje en el tiempo; otro en el que las personas deben ir a rellenar sus pulmones y en el que su protagonista, un anatomista, quiere estudiar la manera en que se graban los recuerdos. Hay otro cuento en el que mediante un aparato llamado Pronostic se puede retrasar el tiempo; otro que analiza los beneficios e incovenientes de tener una niñera robot; uno que explica el funcionamiento de un aparato llamado prisma que permite acceder a nuestros otros yos en los distintos multiversos, de modo que los personajes conocen los caminos que se bifurcan dependiendo de la toma de decisiones. Está el cuento de los papagayos que se quejan de que los humanos están buscando comunicarse con vida extraterrestre y apenas se molestan por comprenderlos a ellos, y también uno que cuenta la historia de una arqueóloga que está fascinada por el descubrimiento de árboles sin anillos de crecimiento, una prueba más que evidente de que el mundo lleva muy poco tiempo creado. Un libro magnífico.

"A medida que Jijingi iba practicando la escritura comenzó a comprender a qué se refería Moseby: la escritura no era solamente una forma de conservar lo que alguien había dicho; podía ayudarte a decidir qué querías decir antes de decirlo. Y las palabras no eran solo pedazos de habla; eran pedazos de pensamiento. Cuando uno las escribía, podía agarrar sus pensamientos como ladrillos y colocarlos en órdenes distintos. La escritura permitía observar los propios pensamientos de una manera en la que no podrías si solo estuvieras hablando, y una vez vistos podías mejorarlos, hacerlos más potentes y elaborados." ("La verdad del hecho, la verdad del sentimiento")

 

lunes, 23 de marzo de 2020

Rubén Martín Giráldez o construir una nueva lengua literaria

Rubén Martín Giráldez, Magistral, Zaragoza, Jekyll & Jill (2016)
http://jekyllandjill.com/shop/magistral/

Una voz enojadísima con la mediocridad de los escritores españoles o que escriben en lengua española ante la falta de ambición literaria, falta de valor, falta de seguridad, falta de confianza y sobre todo falta de lecturas, cosa de la que se jacta la mayoría, mentalidad de funcionarios. Apenas cien páginas de discurso entre quevedesco, irónico, chulesco, impostado, paródico de sí mismo, que aborda cuestiones como la traducción y sobre todo la Obediencia de los escritores españoles. 
Una voz que termina por desprenderse del autor y con la cual el mismo autor termina discutiendo. 
Un discurso que defiende la diferencia, la rareza, la así llamada "dificultad" por escritores y editores y lectores perezosos, como el camino hacia algo que podría parecerse a lo literario.
"Escribir no es una labor diplomática. No debería haber lugar para la amabilidad en la novela, quien se pierda que se enfurezca, que para eso estamos rellenos de sangre y no de cacahué. La dificultad no la constituyen ciertas clases de lenguaje, sino el lenguaje en sí."

lunes, 30 de octubre de 2017

Angela Carter en el país de las atrocidades

Angela Carter, Quemar las naves (1995), prólogo de Salman Rushdie, traducción de Rubén Martín Giráldez y Jesús Gómez Gutiérrez, Madrid, Sexto Piso (2017)
http://www.sextopiso.es/esp/item/386/quemar-las-naves

Una semana entera acompañada de los cuentos completos de Angela Carter bastan para notar que las paredes sudan miedo y oír, como tintineantes campanitas, carcajadas que de tan naifs provocan escalofríos. Porque Quemar las naves es Angela Carter como revisitadora del cuento de hadas y de terror, de fábulas repletas de animales y vampiros, de espejos y marionetas, del desenfado de una Alicia en el país de las atrocidades. 
"Hay bebés en sus ojos. Cuando te mira, te reduplicas inevitablemente. Sus ojos provocan el engendramiento." ("Obertura y música incidental para Sueño de una noche de verano")
La ironía es desbordante, inteligente. La prosa es elegante, culta y, a la vez, irreverente. Carter destila sensualidad y exuberancia. Es perversa, cínica e hilarante. Su sexualidad es la de aquellas mujeres que no tienen un pelo de tontas y que gustan de los hombres hermosos a los que, a la vez, temen. 
"Si la única combinación posible para nosotras es la del doble salto mortal del amor, tal vez es mejor ser valorada solo como un objeto de pasión que no ser valorada en absoluto. Yo nunca he sido tan absolutamente misteriosa para otro. Me he convertido en una especie de fénix, una bestia fabulosa; una joya extravagante. Pero a menudo me he sentido como alguien que imita a una mujer." ("Un recuerdo de Japón")

Carter es carnaval, parodia; es alocada y charlatana. Su prosa discurre desenfadada como una barca sobre un lago tranquilo, aunque enseguida notemos que allá abajo habita lo inquietante. Carter destripa y se mofa de todo, tomando al lector por cómplice de su desmembramiento. Construye variaciones de la tradición, las reformula y satiriza constantemente.
"En Borgoña, en la Edad Media, se celebraba la Fiesta de los Locos que se prolongaba durante los días muertos, ese lapso vacío de tiempo en el cual, según la mitología bárbara de los nórdicos, el cielo lobo se comía al sol. Para cuando el cielo lobo vomitaba al astro, una o varias personas habían devuelto a su ser al Año Nuevo a base de follar durante los días en los que todos los chicos llevaban ramitos de muérdago en los sombreros. Un trabajo sucio, pero que alguien tenía que hacer. Hacia el siglo XIV, los para nada bárbaros borgoñeses lo habían olvidado todo del cielo lobo, claro está; pero ¿habían olvidado con ello el orgiástico no-tiempo del solsticio, que, en su momento, fue también el de las saturnales, la época revuelta, la libertate decembris, cuando los señores se cambiaban por los esclavos y cualquier cosa podía suceder?" ("En Pantolandia")

No es lectura para paladares impresionables, sino para aquellos que prefieren no ofenderse.  

lunes, 14 de agosto de 2017

Bruce Bégout: el horror es un parque de atracciones

Bruce Bégout, Le ParK (2010), traducción de Rubén Martín Giráldez, Barcelona, Siberia (2014)
http://www.editorialsiberia.com/lepark.html

Parque de atracciones del espanto, Le ParK es un folleto informativo, una entrada de enciclopedia (a lo Borges), un texto periodístico, un prospecto de medicamento, tal vez una crónica de un lugar del que huir como de la peste o los campos de exterminio o de la más abominable celda de tortura. 
"¿Es un laboratorio al aire libre donde se ponen a prueba, a la vista de todos, las futuras prácticas de control social?"
Bégout utiliza un lenguaje frío como lo que describe: Le ParK está situado en una isla (a lo Bioy) a la que acuden algunos turistas que disfrutan del horror. Conocemos algunos casos (los pocos momentos verdaderamente narrativos del libro), como la historia de Leer, un hombre que llegó por una entrevista de trabajo y a quien le suceden cosas muy similares a las que se producen en Solaris; la historia de Lev, un hombre encerrado allí voluntariamente como prisionero, pues no sabe ni soporta vivir en lo Abierto, o la historia de Lady W., una señora a quien le atrae lo prohibido y el dolor, sobre todo el de los demás.
"Nunca un lugar ha dado la sensación de estar tan conectado con las emociones más sombrías del alma humana, como marchando al unísono."
Construido por un arquitecto llamado Licht con el dinero de un magnate ruso de nombre Kalt, este espeluznante parque de atracciones responde a una teoría bien particular: la neuroarquitectura, cuyas directrices conocemos porque podemos leer algunos fragmentos del libro Introducción a la neuroarquitectura, cuyo autor es el propio Licht. Tal vez sea la parte más interesante de todo el libro:



No sin humor del más negro, Le ParK describe toda la violencia de la que es capaz el hombre, toda la impunidad a la que nos enfrentamos como sujetos de un experimento social encaminado a construir robots a quienes ya no afectan no solo las reminiscencias del horror del pasado (Auschwitz, gulag, Guantánamo, etcétera), sino todo aquello producto de la imaginación que trabaja a favor de lo Oscuro y que, lamentablemente, está sucediendo en el mundo real.