rumiar la biblioteca: Leila Guerriero
Mostrando entradas con la etiqueta Leila Guerriero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Leila Guerriero. Mostrar todas las entradas

lunes, 30 de diciembre de 2019

Leila Guerriero o la escritura se lo lleva todo (cita)

Leila Guerriero, Teoría de la gravedad, prólogo de Pedro Mairal, Barcelona, Libros del Asteroide (2019)
http://www.librosdelasteroide.com/-teoria-de-la-gravedad


"Siempre preguntan lo mismo: si a uno, periodista, no le da miedo hacerse daño escuchando las historias dolorosas de la gente. A mí no. Lo que me da pavor es la escritura, ese bicho inhumano. Sucede que a veces uno escribe algo, y ese algo se lo lleva todo; escribe, digamos, un texto que se comporta como un agujero negro que absorbe recursos, las formas, y uno se queda hueco como un edificio interrumpido. En apariencia, todo funciona correctamente. Pero nada funciona correctamente. Durante días, quizás semanas, quizás meses, uno contempla, anestesiado y lúcido, la herrumbre hepática de frases que reptan sin despertar. Desde el umbral yermo de esa tierra incógnita, sin adentrarse en ella porque no se sabe cómo, sin posibilidades de retroceder porque no se puede, uno observa a la escritura mutar y retorcerse como quien espera la desesperante evolución de una enfermedad blanda."

lunes, 18 de marzo de 2019

La cara B de Pedro Mairal

Pedro Mairal, Maniobras de evasión, edición y selección de Leila Guerriero, Barcelona, Libros del Asteroide (2019)
http://www.librosdelasteroide.com/-maniobras-de-evasion

Maniobras de evasión es una recopilación de diversos artículos publicados por Pedro Mairal en distintos medios y es, a la vez, "la cara B del escritor", según palabras de Leila Guerriero. Es decir, la cocina, el gimnasio, el confesionario, el laboratorio de esa especie de humanoide que se dedica a escribir cosas y a quien, tal y como dijera Susan Sontag, le interesa todo. Un escritor es un curioso por naturaleza. Pero Mairal confiesa (cosa que me deja atónita) que ha dejado de escribir ficción.
"No tengo ganas de escribir una novela. Sueño novelas, pero no me siento a escribirlas."
Enseguida dice que desde que escribe artículos, le cuesta pensar en un libro a la vieja usanza, un libro de papel. Escribir en internet, dice, le "cambió el paradigma de la comunicación de la escritura, la idea de lector, la idea de mí mismo como autor".
A pesar de eso, tenemos entre manos un compendio bastante divertido sobre infinidad de cosas, desde crónicas hasta confesiones, recuerdos, fútbol, antiguos profesores, antiguas novias, fechas de entrega, supuestas secretarias, anatomías femeninas, fiestas literarias y más cosas como esta:
"¿Qué empiezo ahora? Otra manera de escribir, quizá. Mi hija de seis meses tiene ciclos de juego de quince minutos, más o menos. Un cuarto de hora que yo aprovecho como si fuese oro. Estoy aprendiendo a hacer coincidir mis párrafos con esos ciclos."
El resultado: una especie de autobigrafía, otra versión de la autoficción.

lunes, 13 de abril de 2015

Emma Reyes o lo irónico-ingenuo

Emma Reyes, Memoria por correspondencia (2012), Barcelona, Libros del Asteroide (2015)
http://www.librosdelasteroide.com/-memoria-por-correspondencia

Emma Reyes (1919-2003), la artista plástica, la trotamundos, la que escribe unas memorias del infierno con mirada de niña, la que escribe-juega con particularísimo estilo entre ingenuo e irónico su propia y macabra infancia, dejó este conjunto de cartas para explicar su origen, y no sabemos si miente o se distancia tanto de lo acontecido para conseguir un efecto entre hipnótico y compasivo, donde abunda lo escatológico y la crueldad y la incomprensión y la denuncia social, pero sobre todo la injusticia para con los más débiles, los niños.


"Regularmente imaginaba que hablaba con el Niño o con Eduardo, a veces con los dos, con Helena jugábamos a que ella era la señora María y yo Betzabé. Jugábamos a la mazamorra y doña Inés que caía encima de la olla. Un día quisimos jugar al incendio de Guateque, pero llegó Betzabé y nos quitó los fósforos y nos pegó."

Hija natural, vivió encerrada prácticamente toda su vida, tiranizada por una madre a la que llama señora María y más tarde abandonada junto a su hermana y recogida después en un convento de monjas, donde adquiere una llamativa destreza en el arte de bordar, según nos dice. Esto que acabo de escribir suena terriblemente a drama, pero Reyes se sirve de la ironía ante el espanto.





Leo a Emma Reyes y enseguida recuerdo a Aurora Venturini.


"Y no me regañes, porque si tú crees que basta tener las ideas, yo te digo que si uno no sabe cómo escribirlas para que sean comprensibles es igual que si uno no tuviera ideas."



lunes, 9 de marzo de 2015

Leila Guerriero o Bartleby confesado

Leila Guerriero, Zona de obras, Madrid, Círculo de tiza (2014)
http://circulodetiza.es/autores/

Interesante la voz prístina y arrabalera de Leila Guerriero en este recopilatorio de artículos y conferencias relacionados con el periodismo narrativo, la crónica latinoamericana y sus aledaños.


"La primera cosa que pensé cuando me invitaron a dar esta conferencia fue aquella frase del director de cine François Truffaut que decía no haber conocido a nadie que, de niño, haya querido ser crítico de cine. La segunda cosa en la que pensé fue en que, tan difícil como encontrar a alguien que, de niño, haya querido ser crítico de cine es encontrar a alguien que, de niño, haya querido ser periodista cultural. La tercera cosa en la que pensé fue una frase, y esa frase fue: 'El periodismo cultural no existe'. La cuarta cosa en la que pensé fue un comentario a todo lo anterior. Ese comentario fue: qué suerte." ("El periodismo cultural no existe, o los calcetines del pianista")

En todo el libro sobrevuela la pregunta sobre el hecho de escribir y la dificultad de hacerlo o las pocas ganas de "encerrarse para hacerlo", pero donde mejor y de forma más contundente se plantea el asunto es en el brillante texto "Listas", en el que enumera qué ayuda y qué no ayuda a escribir. Me dentengo en algunos casos del NO que me resultan familiares: 

"No tener nada que hacer no ayuda a escribir."
"Tener miedo no ayuda a escribir."
 "Que sea domingo -o feriado- no ayuda a escribir."
"Mirar fotos viejas no ayuda a escribir".
"Regresar no ayuda a escribir."

Guerriero también podría haber dicho: Naturalmente preferiría no escribir, aunque nadie puede negar que Bartleby ayuda a escribir.