rumiar la biblioteca: Angela Carter
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lunes, 1 de agosto de 2022

Angela Carter en el circo

 

Angela Carter, Noches en el circo (1984), traducción de Rubén Martín Giráldez, Madrid, Sexto Piso (2022)

https://sextopiso.es/esp/item/600/noches-en-el-circo

Fevvers es una mujer mitad pájaro que ha recibido la visita de un periodista, Walter, porque tal fenómeno de circo no puede escapar a las noticias. Ella es trapecista, la mejor y más destacada de Londres. Estamos justo al final del siglo XIX y los espectáculos en directo no se llamaban "en directo". La prensa se interesaba por ellos.

La cuestión es que la tal Fevvers le cuenta toda su vida: un periplo bien sadiano y picaresco. Y el tal Walter se queda prendado; tanto, que convence a su jefe para que lo deje viajar con el circo hasta Rusia para escribir una crónica de todo lo que acontece. 

Así se van a Rusia y luego viajan a Siberia, y entonces sufren un accidente que los lleva de regreso a un mundo mágico y prerracional. Un mundo donde Fevvers encaja perfectamente.

"En esta época, el umbral de la era moderna, la bisagra del siglo XIX, si se hubiera hecho una consulta popular entre todos los habitantes del mundo, la mayor parte de ellos ocupados como estaban a lo largo y ancho del planeta en los asuntos cotidianos de la agricultura y la tala y quema, las guerras, la metafísica y la procreación, habrían coincidido con aquellos siberianos indígenas en que la idea misma del siglo XX, o de cualquier siglo, era una noción estrafalaria. Si ese plebiscito global se hubiera llevado a cabo de manera democrática, el siglo XX directamente habría dejado de existir [...]. Sin embargo, incluso así, incluso en aquellas remotas regiones, aquellos fueron los últimos y desconcertantes días antes de la historia; es decir, de la historia tal y como la conocemos; es decir, de la historia blanca; es decir, de la historia europea; es decir, de la historia yanqui..."

Humor a raudales, feminismo a destajo, delirio de personajes.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Angela Carter, Cynthia Ozick y el Manifiesto cíborg

[Publicado en Revista Avispero 13, el 29/10/2018]

Bienvenidos a la era de la posthumanidad, donde lo tecnológico cohabita con lo biológico. Un espacio donde todo ser viviente se define no por su esencia sino por su construcción. La construcción requiere ensamblajes, articulaciones diversas, como el paraguas y la máquina de coser en una mesa de disección. La construcción es la mejor manera de ejercer el libre albedrío, de encajarse las partes necesarias o despojarse de lo inútil para construir la propia identidad. La era del cíborg es la era de la revolución de las identidades, la era de la libertad creativa, de la imaginación creadora. 
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lunes, 30 de octubre de 2017

Angela Carter en el país de las atrocidades

Angela Carter, Quemar las naves (1995), prólogo de Salman Rushdie, traducción de Rubén Martín Giráldez y Jesús Gómez Gutiérrez, Madrid, Sexto Piso (2017)
http://www.sextopiso.es/esp/item/386/quemar-las-naves

Una semana entera acompañada de los cuentos completos de Angela Carter bastan para notar que las paredes sudan miedo y oír, como tintineantes campanitas, carcajadas que de tan naifs provocan escalofríos. Porque Quemar las naves es Angela Carter como revisitadora del cuento de hadas y de terror, de fábulas repletas de animales y vampiros, de espejos y marionetas, del desenfado de una Alicia en el país de las atrocidades. 
"Hay bebés en sus ojos. Cuando te mira, te reduplicas inevitablemente. Sus ojos provocan el engendramiento." ("Obertura y música incidental para Sueño de una noche de verano")
La ironía es desbordante, inteligente. La prosa es elegante, culta y, a la vez, irreverente. Carter destila sensualidad y exuberancia. Es perversa, cínica e hilarante. Su sexualidad es la de aquellas mujeres que no tienen un pelo de tontas y que gustan de los hombres hermosos a los que, a la vez, temen. 
"Si la única combinación posible para nosotras es la del doble salto mortal del amor, tal vez es mejor ser valorada solo como un objeto de pasión que no ser valorada en absoluto. Yo nunca he sido tan absolutamente misteriosa para otro. Me he convertido en una especie de fénix, una bestia fabulosa; una joya extravagante. Pero a menudo me he sentido como alguien que imita a una mujer." ("Un recuerdo de Japón")

Carter es carnaval, parodia; es alocada y charlatana. Su prosa discurre desenfadada como una barca sobre un lago tranquilo, aunque enseguida notemos que allá abajo habita lo inquietante. Carter destripa y se mofa de todo, tomando al lector por cómplice de su desmembramiento. Construye variaciones de la tradición, las reformula y satiriza constantemente.
"En Borgoña, en la Edad Media, se celebraba la Fiesta de los Locos que se prolongaba durante los días muertos, ese lapso vacío de tiempo en el cual, según la mitología bárbara de los nórdicos, el cielo lobo se comía al sol. Para cuando el cielo lobo vomitaba al astro, una o varias personas habían devuelto a su ser al Año Nuevo a base de follar durante los días en los que todos los chicos llevaban ramitos de muérdago en los sombreros. Un trabajo sucio, pero que alguien tenía que hacer. Hacia el siglo XIV, los para nada bárbaros borgoñeses lo habían olvidado todo del cielo lobo, claro está; pero ¿habían olvidado con ello el orgiástico no-tiempo del solsticio, que, en su momento, fue también el de las saturnales, la época revuelta, la libertate decembris, cuando los señores se cambiaban por los esclavos y cualquier cosa podía suceder?" ("En Pantolandia")

No es lectura para paladares impresionables, sino para aquellos que prefieren no ofenderse.  

lunes, 25 de julio de 2016

Angela Carter: pensar la mujer


Angela Carter, La mujer sadiana (1979), traducción de Graziella Baravalle, Barcelona, Edhasa (1981)

Cuando reviso el pensamiento de las mujeres me doy cuenta de que la mayoría de las veces encuentro deconstrucción y poca nueva construcción, mucha parodia o mucha queja, pero rara vez un planteamiento creativo que se atreva a mirar desde otro ángulo, uno absolutamente libre. 
Angela Carter lo ha intentado y diría que conseguido con La mujer sadiana, por ejemplo, libro desaparecido del mercado. A primera vista, el texto se limita a analizar a los personajes femeninos de las obras del Marqués de Sade, pero entremezcla jugosas reflexiones que atañen a la ficción de la mujer y al mito que de ella se ha construido, al cual Carter va despojando de sus velos. 

He elegido algunas citas que en conjunto conforman una pauta de lo que podríamos llamar "nueva narrativa femenina" según Angela Carter. Diríase que una novela como La pasión de la nueva Eva (1977) va casi tan lejos como este ensayo, aunque apoyándose en la ciencia ficción. (Siempre nos quedará la ciencia ficción.)

La primera: Evita narrar o pensar a la mujer teniendo relaciones sexuales en la posición del misionero.
"La posición del misionero tiene otra gran ventaja, desde el punto de vista mítico; implica un sistema de relaciones que identifica a la mujer con la receptividad pasiva del suelo, con la riqueza y la fecundidad de la tierra. [...] El suelo que —¡cielos!— soy yo misma. Es una noción altamente atractiva; casi me sedujo. Toda mujer puede lograr, un lujurioso autoengaño, sentirse por un momento un ser de naturaleza grande, creadora, fértil, abierta, viviente, anónima y cualidades parecidas. Al hacerlo, se pierde totalmente a sí misma y pierde también a su compañero."
La segunda: Piensa, aunque a primera vista resulte doloroso, en que la mujer ha de entrar en la Historia, esto es, tiene que abandonar el ámbito mítico y relacionado con la Naturaleza y lo salvaje y lo material y la fértil tierra que pisamos, etcétera.
"[...] las relaciones entre los sexos están determinadas por la Historia y por el hecho histórico de la dependencia económica de las mujeres respecto de los hombres. Ahora este hecho pertenece al pasado y, aún en el pasado, solo era cierto para ciertos grupos sociales y en ciertos periodos. Hoy en día, la mayoría de las mujeres trabaja antes, durante y después del matrimonio. Sin embargo, la dependencia económica de las mujeres sigue siendo una ficción creída y parece implicar una dependencia emocional, que se da por supuesta como condición inherente al orden natural de las cosas y se usa para consolar de sus bajos salarios a las mujeres que trabajan. Trabajan; advierten que sacan muy poco provecho de ello; y por lo tanto concluyen que en realidad no han trabajado en absoluto." 
La tercera: Sade, al otorgar a la mujer un papel activo en las relaciones sexuales, al tergiversar cual terrotista y aunque fuera mediante la violencia las relaciones matrimoniales, de alguna manera estaba dándonos al menos una pista (posiblemente no sea la única) del camino hacia la Historia.
"Sade [...] urge a las mujeres a joder tan activamente como sean capaces, de modo que impulsadas por su enorme y hasta el momento desconectada energía sexual, serán entonces capaces de abrirse camino hacia la Historia, y de ese modo, cambiarla."
La cuarta: Hemos de posicionarnos lo antes posible en la Historia, con sus ventajas y desventajas, hemos de emanciparnos del todo, hemos de follar de pie.

 "En un mundo de hombres, ser mujer es automáticamente una desventaja, lo mismo que ser pobre, pero ser mujer es un poco más fácil de remediar. Si la mujer abandona la praxis de la feminidad, entonces es bastante fácil ingresar en la clase de los ricos, los hombres, siempre que una ingrese en los términos de esa clase."
La quinta (y tal vez la más inquietante): En cuanto la diosa haya muerto, en cuanto la mujer haya entrado plenamente en la Historia, puede que la raza humana, tal y como la conocemos, haya llegado a su fin. 
"La diosa está muerta.
Y junto con la construcción imaginaria de la diosa, muere la noción de eternidad, cuyo lugar sobre la tierra era su útero. Si la diosa está muerta, la eternidad ya no tiene donde ocultarse. El último expediente de regreso al hogar nos es negado. Debemos enfrentarnos con la mortalidad, como si fuera la primera vez.
No hay posibilidad fuera del tiempo. Debemos aprender a vivir en este mundo, considerarlo con la suficiente seriedad, porque es el único mundo que conoceremos jamás.
Creo que esta es la razón de por qué tanta gente encuentra aterradora la idea de la emancipación femenina. Representa la secularización final de la Humanidad."