rumiar la biblioteca: octubre 2015

lunes, 26 de octubre de 2015

Miguel Ángel Hernández y el arte conceptual a examen

Miguel Ángel Hernández, Intento de escapada, Barcelona, Anagrama (2013)
http://www.anagrama-ed.es/titulo/nh_513

"El arte es una manera de decir. Pero sobre todo es una manera de mirar."
Hay aquí una reflexión sobre el arte conceptual y sus límites y a la vez una reflexión sobre el asunto de la inmigración y sus límites: los locutorios, esos espacios que parecieran pertenecer exclusivamente a los extranjeros, están emplazados siguiendo el trazado de la antigua muralla de la ciudad. Digamos que se narra y se reflexiona desde dentro de la muralla y se observa desde dentro de la muralla, pero así y todo es una novela que podríamos hermanar con algunas tipo Kassel no invita a la lógica en cuanto artefacto híbrido, aunque en este caso predomine la narración de género: un trhiller sobre el arte contemporáneo y una denuncia sobre sus pretendidas denuncias.

"Nadie obliga a nada. Los inmigrantes han elegido estar ahí. Lo hacen por dinero. La voluntad ha sido comprada. Y esa compra de la voluntad del otro es la cuestión sobre la que trabaja Montes en la actualidad, denunciando situaciones de invisibilidad y de injusticia, pero no a través del dedo limpio e inmaculado del artista comprometido, sino provocándolas, reproduciéndolas, haciendo evidente aquello que nadie quiere ver."


lunes, 19 de octubre de 2015

Brilla, Andrés Ibáñez

Andrés Ibáñez, Brilla, mar del Edén, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2014)
http://www.galaxiagutenberg.com/libros/brilla-mar-del-eden/

Hay aquí dentro un mundo en apenas una isla. Esto recuerda a aquello del aleph o de "en la isla todo cabe", como en la cabeza de un alfiler. Pero ojo que nada es lo que parece. 
Es una cursi historia de amor rodeada de aventuras. 
Es una variación mejorada o una parodia de una serie de televisión. 
Es un homenaje al Quijote con sus novelas intercaladas y sobre todo a Roberto Bolaño. 
Una reformulación de toda la literatura de náufragos. 
Un Solaris en la Tierra, pues la isla reacciona y crea cosas según el inconsciente de los personajes. 
Un juego de ordenador con diferentes escenarios y diferentes jugadores y con reglas cambiantes. 
Es una novela total, adictiva y divertidísima con un "héroe estúpido".

Una larga meditación, el adagio de la Octava sinfonía de Bruckner:





Pero sobre todo, por encima de ese silencio o falta de silencio que es mencionado una y otra vez en toda la novela, el silencio que permite que brote la música, el silencio como única respuesta cuando preguntamos por el sentido, se repite un mensaje contundente en contra de toda esclavitud: ideologías, religiones diversas, dinero, creencias, voces, etc.
"Habíamos entrado en la esclavitud. Es cierto que es difícil no ser esclavo de algo. De la carne, o de no comer carne. Del alcohol, o de la pureza. De la sensualidad, o del celibato. Entonces no lo sabíamos. Uno raramente se da cuenta de que se ha convertido en un esclavo. Además, siempre hay una razón de peso para convertirse en esclavo. Normalmente uno se convierte en esclavo porque desea un bien mayor, o porque ha sido convencido por algún tipo de fe. La fe hace esclavos. La fe exige esclavos. Por eso, para no ser esclavos de nada, es necesario no tener fe en nada. ¿Es posible vivir así? No creer en nada conduce a la depresión y al vacío. Entre el vacío y la esclavitud, seguramente existe una senda. Es una senda tan fina como el filo de una navaja. Los que caminan por esa senda son los seres libres, los únicos seres vivos. ¿Cuántos hay en el mundo?"


Sin embargo todo brilla al final, como el mar, como el amor, como una novela luminosa.

lunes, 12 de octubre de 2015

Cynthia Ozick o la libertad

Cynthia Ozick, Los papeles de Puttermesser (1998), traducción de Ernesto Montequin, Buenos Aires, Mardulce (2014)
http://www.mardulceeditora.com.ar/ficcion.php?&p=2

Oh, sí, sí, sí, la voz de una mujer irónica, inteligente, cínica, que siente atracción por los jovencitos, que anhela la justicia universal, que se sabe lista y aplicada, que lee con pasión y hasta obsesión, que trabaja el lenguaje con minucia, con aires de tragedia griega, de novela rusa, de tradición judía, que aborda el asunto de la inmigración (y el humor, señores, ¡el sentido del humor!), que construye una novela ambiciosa con diferentes materiales y un montón de cosas más. De todo.

Los papeles de Puttermesser narra algunos episodios de la vida de Puttermesser, una mujer de carne y hueso, una heroína inteligente y cínica, práctica y a la vez ambiciosa y soñadora. Pero
 "No hay que considerar a Puttermesser como un artefacto, sino como una esencia. ¿Quién la creó? A nadie le importa. De ahora en adelante, Puttermesser será presentada como una premisa."

En apenas cinco episodios, Puttermesser se ha convertido en una adorable compañera de viaje. Escenas descabelladas y siempre en conversación con otras escrituras. Después de presentárnosla brevemente y contarnos que se trata de una eficiente abogada que trabaja en una oficina del Estado, la vemos construir una golem que está a su entera disposición; luego se enamora a la manera de George Eliot; más tarde recibe a una prima de Moscú recién salida de la perestroika, y, por último, revive amores juveniles en el Paraíso.

Una novela deliciosa y alocada de una mujer que apenas se acerca a los tópicos a los que nos tienen acostumbrados, y en todo caso, cuando se refiere a ellos, es para tratarlos con absoluta ironía y libertad. 

Una auténtica y maravillosa escritura de la libertad.

lunes, 5 de octubre de 2015

Vila-Matas, la caída libre o el arte de desaparecer

Enrique Vila-Matas, El viaje vertical (1999), Barcelona, DeBolsillo (2015)
http://www.megustaleer.com/libros/el-viaje-vertical/P627259

"¿Entonces no voy a poder seguir descendiendo verticalmente como he venido haciendo hasta ahora?", se pregunta Federico Mayol, el protagonista de este viaje que a veces se parece a La vuelta al mundo en ochenta días pero que al tiempo es una novela de formación "cuyo protagonista tiene una edad en la que generalmente ya nadie se forma".
A Federico acaba de dejarlo su mujer, de modo que se ve obligado a inventarse una nueva vida a una edad en la que lo más apropiado es sentarse a disfrutar (¡por fin!) de todo lo ya alcanzado y establecido, y este punto de inflexión es el comienzo de una aventura por momentos descabellada y divertida, tierna también, que no escatima reflexiones inteligentes y verdaderas como la que sigue:

"Cuando viajas con alguien -me dijo-, siempre tiendes a mirar lo que te rodea con extrañeza mientras que, cuando viajas solo, el extraño siempre eres tú."

Suicidios ejemplares (1991),
Barcelona, DeBolsillo (2015)
Pero El viaje vertical no llegó solo a mis manos sino que lo hizo acompañado de Suicidios ejemplares. Con este libro me pasó algo extraño: lo cierto es que se lo había prestado no recuerdo a quién y me sorprendió que me lo devolviera, bastante mojado y lleno de arena tengo que decir, pero en cualquier caso que me lo devolviera. Enseguida volví a prestarlo y seguían devolviéndomelo, cosa que sigue asombrándome, pues generalmente libro que sale prestado raro que vuelva (eso lo saben muy bien los de las bibliotecas públicas).

Pero de tanto tentar a la suerte un día ya no volvió, porque leer en la playa es peligrosísimo para los libros. Después me olvidé de él hasta que regresó.

Entonces supe que volvía a visitarme para recordarme una frase de uno de sus cuentos más auténticos que dice que "la obligación del autor es desaparecer".


"Es triste (dijo Anatol desviándose de la cuestión), pero cada vez se glorifica menos el arte y más al artista creador; cada vez se prefiere más al artista que a la obra de arte."

Diremos que en esta frase vive el corazón del libro, pero también diremos que entender este arte de camuflarse es el corazón de toda la obra de Vila-Matas.