rumiar la biblioteca: octubre 2023

lunes, 30 de octubre de 2023

Conversación con Ale Oseguera a propósito de "Mi rostro es un mapa de mi cuerpo"

 

Ale Oseguera, Mi rostro es un mapa de mi cuerpo, Madrid, Esto no es Berlín (2022)

https://www.estonoesberlin.com/libros/mi-rostro-es-un-mapa-de-mi-cuerpo-ale-oseguera/

[Publicado en Quimera 477, septiembre de 2023]

Poeta, actriz y periodista, autora de los poemarios Tormenta de Tierra (2016) y Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio (2019) y de la novela Realidad del Mono (2020), Ale Oseguera (Guadalajara, México, 1982) acaba de publicar el poemario Mi rostro es un mapa de mi cuerpo (Esto no es Berlín, 2023), un viaje circular alrededor de la construcción de la identidad: cómo ponerla en escena, cómo diseñarla cuando nos vemos obligados a hacerlo. «El centro del viaje es origen que también es destino», se nos dice aquí. Pero raro es que quien emprende el viaje no se transforme por el camino.

 

En Mi rostro es un mapa de mi cuerpo me encontré con un viaje circular puesto en escena. Ese viaje circular nace de la obligatoriedad de definirse, de construir una identidad. Pareciera que como mujer-poeta-inmigrada-sin hijos, la sociedad te obligara a explicar quién eres. ¿Crees que el cuerpo es la identidad?

El cuerpo no es la identidad. O no lo es únicamente. Sin embargo, sus heridas sí que condicionan la identidad. Según Silvia Federici, el cuerpo es testimonio de nuestras penas, luchas y alegrías. En el cuerpo, dice, «se pueden leer historias de opresión y rebelión». El cuerpo es, además, la primera frontera a traspasar para poder realmente conocer a una persona: a una misma o a ese Otro con quien convivimos. Nuestra historia y vivencias nos forman, con ellas construimos lo que somos y eso se lee en el cuerpo. Es esto lo que exploro en el poemario.

¿Cuánto de pensar la identidad depende de no alinearse con lo que se espera de uno?

Pensarse fuera de las categorías asignadas por las clases dominantes es lo que ha dado lugar a movimientos históricos de defensa de derechos humanos: desde el fin de la esclavitud al feminismo o a los movimientos de pensamiento antiimperialista de principios del siglo pasado. Para quienes hemos nacido en pueblos y naciones con una fuerte raíz colonial y fuera de las geografías hegemónicas, es imprescindible no alinearse a los discursos dominantes. Esta no alineación es el germen de todo el proceso de descolonización que es, a su vez, importante para crear relatos y miradas propias. Pero la descolonización identitaria, esa reestructuración del pensamiento que permita la eliminación de las jerarquías por nacionalidad, color de piel u origen, también debe darse en el seno de las naciones como España o Gran Bretaña, que sometieron a tantos pueblos en el mundo. Sin un proceso de revisión y reparación histórica se perpetúan los sistemas colonialistas y las desigualdades desde el Norte al Sur global.

Me pareció sumamente interesante que este viaje circular conlleve una suerte de varias etapas: cuerpo, historia, voz, refugio. Como si el punto ciego que es el yo se viera obligado a exponerse. Y sobre todo me interesó la idea de escalera como «espacio liminal», como paso de una etapa a otra.

A partir de una exposición en un museo, en la que se usaba la escalera como escenario expositivo, Homi K. Bhabha se refiere a la escalera como un sitio intermedio, «liminal», que se vuelve hogar y no sólo lugar de tránsito. Me pareció una metáfora bellísima para describir el ejercicio de resignificación y apropiación de los espacios periféricos. Bhabha se refiere a un lugar físico, mental o identitario, fuera de los binomios. Esos sitios son propicios para la hibridez, el mestizaje y la fusión multi e intercultural.

En el poema «Espacio liminal» exploro esta idea de quedarse a vivir en la escalera, hacer del tránsito tu casa; algo que conlleva la creación de comunidades alternativas. Es decir, personas que se unen no por un pasado común (la tierra de origen, la nacionalidad), sino por su condición en el tiempo presente y su proyecto de vida a futuro. Por eso también aparece el «nosotros» en el poema. La escalera, el espacio liminal, deja de ser un lugar inhóspito y solitario para convertirse en un lugar habitable y acogedor. Esto es una referencia a las vidas migrantes, a las disidencias y a lo que Anzaldúa denomina «la frontera».

En el poemario tenemos la sensación de que las palabras son pronunciadas; hay intersecciones de voces distintas, con distintas tipografías. Además, pareciera que asistimos a un ritual o a la puesta en escena de una fórmula mágica. Las palabras también ocupan espacio, hay un diseño intencionado en la página. También vemos cierta apelación al lector, pues algún poema propone juegos interactivos. ¿Cuánto influye tu formación actoral en la escritura de poesía, en el planteamiento del poemario?

La escena y la oralidad nutren a la palabra escrita y viceversa. Esto es así desde el nacimiento de la poesía. Más adelante, en el siglo XX, para los artistas de Vanguardia, la multidisciplinaridad era el modus operandi habitual. Inspirada en toda su historia y formatos, no concibo la poesía como un acto de pura escritura, sino como un ejercicio de experimentación artística, agilidad lingüística y valentía emocional. Sin embargo, cuando la escribo, mi reto es crear un artefacto que sea lo suficientemente autónomo para que pueda emocionar y leerse sin necesidad de mi presencia. Luego viene la performance, la extensión de la palabra escrita, la expansión multidisciplinar; pero nunca he pretendido que mis poemarios sean un suvenir, el testimonio de un trabajo escénico que carece de valor propio si no me tienes delante. Si has podido, al leer mi trabajo, sentir las invocaciones, escuchar los cánticos, hacerte preguntas, sin haberme visto ni escuchado en escena, algo de mi meta habré logrado.

¿Te consideras una escritora mexicana, inserta en esa tradición, o en una más general?

Me cuesta mucho definirme con una bandera. Ni a mí ni a mis textos. Sin embargo, los marcos literarios, culturales e históricos mexicanos me son inherentes, así que México siempre está presente en mi obra. Creo que podría pertenecer a una tradición más general, puesto que mis referentes no son sólo mexicanos y no escribo sólo sobre México. Como sujeto migrante, formada en una tradición occidental pero que además, ha buscado referentes fuera de este Occidente, quizá estoy en una tradición de literaturas fronterizas, híbridas. 

¿Qué piensas de clasificar la literatura por nacionalidades?

Categorizar la literatura por nacionalidades responde a una idea antigua y muy europea que consideraba la literatura como el alma de las naciones. El carácter intermedio e híbrido de las literaturas migrantes hace que ningún canon nacional las acoja de entrada; aunque hay autores considerados de inicio migrantes que han dado el salto a cánones nacionales como Rushdie y Naipaul en Gran Bretaña o Aimé Césaire en Francia. Los autores migrantes terminan siendo encasillados bajo su condición de extranjeros, etiqueta que también presenta problemas. Uno de ellos es que se espere que únicamente produzcan relatos autobiográficos.

¿Cuál es tu familia poética o tus influencias a la hora de escribir poesía? ¿Y qué buscas como lectora de poesía?

Me interesan las poéticas no conformistas, que intenten ir más allá de su medio: ya sea el papel, la escena o el sonido. Por eso me interesaron siempre tanto las Vanguardias. Siempre cito a Eduard Escoffet cuando dice que no es casualidad que las Vanguardias de principios del siglo XX las hayan iniciado los poetas: el futurismo, el surrealismo, el dadaísmo... La poesía es germen y va por libre. Es en esa expansión en la que yo busco la poesía. Por eso me interesan tanto las propuestas de autores actuales como Laura Sam, Carlos Luna o Víctor López, que trabajan con el papel, el sonido y la música. O de creadoras como Alessandra García, Ángela Segovia, Angélica Liddell o Danilo Facelli, que unen poesía, performance y teatro. Creo que mi familia poética formativa está en la obra de Pizarnik, Baudelaire, Angelou, Sor Juana, Belli, Sabines, por mencionar sólo algunos. La actual está en ese terreno liminal que construimos quienes traspasamos las fronteras del papel y experimentamos con los formatos.

lunes, 23 de octubre de 2023

Matías Néspolo y el hampa

 

Matías Néspolo, Siete maneras de matar a un gato, Lince ediciones, Barcelona (2009)

Novela que muestra el hampa bonaerense: adolescentes que se la rebuscan en la calle, trapicheos, guerras de bandas por el monopolio de la droga, mentiras y traiciones a mansalva. Pero todo esto lo cuenta Néspolo con impecable estilo canchero: oído le sobra, y uno lee como si escuchara la novela. 

El protagonista, el Gringo, quiere escaparse del mundo en que le tocó vivir. De golpe aparece un libro en su vida: Moby Dick. El libro no le convence del todo, pero le hace pensar que irse también es posible, que siempre queda aventurarse a lo desconocido cuando lo conocido ni convence ni es seguro del todo. La literatura no salva, pero nos invita a imaginar otros mundos posibles. No importa si apenas consigue cambiar las cosas: al menos abre la ventana.

"Demasiadas preguntas. No me gusta que me las hagan. Y menos hacérmelas yo mismo cuando no tengo respuestas. Me tiro en la cama y trato de distraerme con el libro de la ballena, pero no puedo leer. Le sigo dando vueltas a lo mismo. Y al libro también, hasta que se me cae la guita y el papel que me dio el Toni. Vuelvo a contar la plata y repaso la nota por enésima vez. Son mi boleto de ida."

lunes, 16 de octubre de 2023

El amor es subir de nivel (Zenda)

 

[Publicado en Zenda el 12/10/2023]

Verónica Nieto regresa a la narrativa con una novela ambientada en un futuro próximo, en la que los videojuegos se conectan al inconsciente y en la que la gente sube sus sueños a la red, tal que si fueran stories de Instagram. Pero la protagonista de esta distopía ha muerto en extrañas circunstancias y, por tanto, estamos también ante una investigación criminal en el sentido más clásico de la palabra.

En este making of Verónica Nieto narra el origen de Psicojuego (Salto de Página).

¿Verdad que si conoces cómo se ligaba antes de las aplicaciones de citas te cuesta horrores entender la dinámica del amor en la era de Tinder? Eso fue lo primero que constaté en cuanto superé una ruptura amorosa. Tocaba ligar de nuevo y las reglas de juego habían cambiado por completo. Cupido tenía forma de aplicación en mi smartphone. Ya lo dijo Alessandro Baricco en The Game: la lógica del videojuego lo ha invadido todo, se ha convertido en el «esquema fundacional de toda una civilización». Miras perfiles como cromos, pones likes, ganas puntos, y así vas subiendo de nivel.

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lunes, 9 de octubre de 2023

Psicojuego (fragmento textual + fragmento sonoro)

 

Verónica Nieto, Psicojuego, Barcelona, Salto de Página (2023)

https://malpasoycia.es/libreria/psicojuego/

FRAGMENTO TEXTUAL

"Psicólogo a secas: ¿Sabe lo que pasa? La gente joven no desarrolla narrativas originales. Sigue patrones establecidos, patrones aprendidos. Basta unas pocas horas de visualización de partidas de distintos jugadores para darse cuenta de que las interacciones sexuales siguen un patrón. Como si todos practicaran sexo de la misma manera. Sexo aprendido en la pornografía, por supuesto. ¿Dónde si no?

Interrogador: Explíquese mejor, por favor.

Psicólogo a secas: Lo que quiero decir es que la gente no practica sexo con la persona o personas que tienen delante, estudiando sus reacciones, respondiendo a los estímulos. La gente practica sexo como si se tratara de una técnica de manual, una técnica aprendida. Y eso se puede ver enseguida con un repaso a las partidas de los diferentes jugadores. Son todas similares.

Interrogador: Usted quiere decir que practican sexo aprendido en alguna parte.

Psicólogo a secas: Exacto. No hay demasiado sexo creativo. También se puede argüir que no existen demasiadas personas creativas. Pero eso es otro tema. Uno podría pensar que mi generación casi siempre practica sexo como si estuviéramos ciegos. Vamos tanteando. Ellos tienen sexo… Bueno, tienen mucho más sexo del que jamás tuvimos nosotros.

Interrogador: Si se piensa en todo el sexo virtual, por descontado."

 

FRAGMENTO SONORO

 

 


lunes, 2 de octubre de 2023

Belén Gopegui o acaso Google no puede predecirlo todo


Belén Gopegui, Quédate este día y esta noche conmigo, Barcelona, Literatura Random House (2017)

https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/37022-libro-quedate-este-dia-y-esta-noche-conmigo-9788439733089

"¿Será seguir creyendo que existe el mérito, olvidar que la igualdad no es un punto de partida sino algo que hay que cultivar?"

Novela que es una extraña solicitud de empleo en Google, y es extraña porque no se ajusta precisamente a lo que se pide. Para empezar, la solicitud viene firmada por dos personas: Olga, mujer madura, y Mateo, joven estudiante universitario. Es una larga, larguísima carta a Google, un compendio de días y días de conversación entre los dos. Los temas de los que hablan: robótica y matemáticas, el libre albedrío, la igualdad de oportunidades (qué gran farsa), el amor, el perdón, la libertad y la resignación. Es curiosa esta relación: dos personas que se conocen en una biblioteca pública y que están en momentos completamente diferentes de la vida. De buenas a primeras, Google jamás hubiera podido predecirla. Pero no es una relación de amor romántico, para nada. Es una relación de amistad muy intensa, atravesada por el amor a la filosofía. Así, la novela es un complejo diálogo entre dos generaciones en un mundo que ha cambiado bastante. Pensar se les da bien, y el lector acompaña sus reflexiones con el gusto propio de estar leyendo algo híbrido entre narrativa y ensayo.

"Las máquinas no se dan cuenta de que son máquinas. No se dan cuenta, por tanto, de que no se dan cuenta. Hay quien dice que ese es el papel que cumple el sentimiento de libertad. Dado un nivel de conciencia en el que algunas preguntas pueden aparecer, el cuerpo, el cerebro, el mecanismo entero se blinda generando una emoción, quizá una fuerza, llamada libertad. Si el miedo protege al organismo de dar el paso irreversible hacia el barranco, el sentimiento de libertad lo protege de dar el paso irreversible hacia... ¿hacia qué? Esta pregunta debería responderla Google. No afecta a las futuras inteligencias artificiales que acaso lleguen a emerger. Nos afecta a las personas: ¿qué sucede el día en que una máquina comprende que es una máquina?, ¿qué pasa cuando un robot se da cuenta de que es un robot?"