rumiar la biblioteca: noviembre 2017

lunes, 27 de noviembre de 2017

Ricardo Piglia: el escritor como crítico (una cita)

Ricardo Piglia, Los diarios de Emilio Renzi, Un día en la vida, Barcelona, Anagrama (2017)
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/los-diarios-de-emilio-renzi/9788433998422/NH_592


"Jueves 29 de enero
El escritor como crítico. La crítica no ha incorpordo el trabajo de los escritores (sobre todo a partir del siglo XIX).
La crítica literaria está atada a los saberes externos (por eso envejece). 
[...] Terreno inexplorado (en el muy agotado campo de la investigación literaria): el aporte de los escritores a la teoría y la reflexión sobre la literatura. Un escritor no tiene nada que decir sobra su propia obra, pero tiene mucho que decir sobre la literatura. 
[...] La escritura cambia el modo de leer.
¿Qué clase de lectura es esta?
Forma de intervención. El tipo de intervención define la forma.
Muchas veces es personal (diarios, cuadernos, conferencias, prólogos). Muchas veces es pedagógica, las clases de Nabokov, el curso de poética de Valéry, los manuales de Pound. Muchas veces es polémica, discusiones, manifiestos, debates, cartas. Muchas veces está en los textos de ficción, basta pensar desde luego en Don Quijote y podríamos dedicar una conferencia solo al análisis de esa novela.
Rasgos: la lectura técnica (constructivista, como la llama Pound). La lectura ficcional. La lectura estratégica."


 

lunes, 20 de noviembre de 2017

Pablo Maurette y las cosas del tocar

Pablo Maurette, El sentido olvidado, Buenos Aires, Mardulce (2017)
http://www.mardulceeditora.com.ar/philos.php

[Publicado en Revista de Letras el 20/11/217]

En la era del oculocentrismo, es decir, del privilegio de la vista por encima de todos los demás sentidos al que nos tiene acostumbrados nuestra cultura occidental desde el principio de los tiempos, no deja de llamar la atención un ensayo sobre el tacto o lo háptico, un recorrido por la literatura que privilegia las cosas del tocar.
Pablo Maurette (Buenos Aires, 1979), escritor, guionista cinematográfico y profesor de literatura en la Universidad de Chicago, nos trae El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto de la mano de Mardulce, con prólogo de José Emilio Burucúa, que complementa con representaciones pictóricas aquello que viene a decirnos el autor: el sentido del tacto es “la única forma del sentir que el ser humano no puede perder”; también “la única variedad del sentir que no está localizada en un punto u órgano específico del cuerpo”, y “el único sentido que se desdobla”, pues “cuando nos tocamos estamos a la vez tocando y siendo tocados”.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Mónica Ojeda: una jugadora en loop

Mónica Ojeda, Nefando, Avinyonet del Penedès, Candaya (2016)
http://www.candaya.com/producto/nefando/

Cuesta leer novelas arriesgadas hoy en día y más si se trata de novelas escritas por mujeres, no creo que porque ellas no escriban novelas arriesgadas, sino porque pocos editores apuestan por lo que, dentro de poco, será inevitable: las mujeres son la mayoría lectora y ya no podrán ofrecernos cualquier cosa. De modo que los editores tendrán que rebuscárselas para hallar manuscritos con los que sus lectoras se sientan identificadas, sobre todo con respecto a las experiencias femeninas. ¿Qué es la literatura sino comunicación de una experiencia, invención de un mundo propio, transmisión allá en el lector de algún tipo de emoción o interrogante?

Nefando me sorprendió en este sentido. Me gustó su estructura desordenada, su prosa veloz, poética por momentos y sencilla a un tiempo. Digamos también que apenas puede escapar de Bolaño, pero esto ya es la marca de una generación.

Hablemos de la peripecia, aunque apenas si encontramos aquí un hilo narrativo (tal vez su punto más flojo): seis compañeros de piso en Barcelona que pivotan alrededor de un videojuego llamado Nefando, algo, por lo visto, bastante oscuro y pornográfico. Tenemos entrevistas a los personajes y tenemos una novela pornográfica intercalada. Tenemos comentarios en la red de las experiencias sobre el videojuego (tal vez el capítulo más interesante). Tenemos incontables reflexiones sobre el lenguaje, la escritura, la sexualidad, la pornografía, la violencia, la infancia.

Digamos que la experiencia de lectura de Nefando se parece bastante a la descripción que se da del propio videojuego:
"Podría decirse que era un juego para voyeuristas porque ibas checando y dándole clic a cosas y a través de eso te enterabas, a veces sí, a veces no, de lo que pasaba, que al final era siempre nada, o al menos así fue al principio. La nada ocurría todo el tiempo, repetida en loop, porque Nefando no estaba hecho para complacer a nadie a excepción de sus creadores. Por eso digo que no era un juego, aunque simulara serlo: porque trascendía todos los géneros conocidos y se situaba en una especie de limbo de la impostura."

lunes, 6 de noviembre de 2017

Adolfo Bioy Casares y J. G. Ballard: islas (dos citas)

Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel (1940), Madrid, Alianza (2010)
https://www.alianzaeditorial.es/libro.php?id=3142701&id_col=100500&id_subcol=100501

"Estar en una isla habitada por fantasmas artificiales era la más insoportable de las pesadillas; estar enamorado de una de esas imágenes era peor que estar enamorado de un fantasma (tal vez siempre hemos querido que la persona amada tenga una existencia de fantasma)."





J. G. Ballard, Playa terminal (1964), traducción de Aurora Bernández, Barcelona, Minotauro (2000)

"Había motivos inconscientes más fuertes, reconocía Travers, para dejarla tal como era ahora: si el hombre primitivo había sentido la necesidad de incorporar a su propia psique los acontecimientos del mundo exterior, el hombre del siglo XX había invertido el proceso... De acuerdo con esta vara de medir cartesiana, la isla al menos había existido, lo que no podía decirse de muchos otros lugares." ("Playa terminal")