Aurora Venturini o el discurso art brut : rumiar la biblioteca

lunes, 16 de septiembre de 2013

Aurora Venturini o el discurso art brut

Aurora Venturini, Las primas (2007), Barcelona, Caballo de Troya (2011)
http://www.megustaleer.com/ficha/ECT94562/las-primas


El arte redime, nos dice Aurora Venturini, y lo dice con suma gracia: la narradora es inútil para todo menos para pintar. Es de aquellas que toman el arte como refugio y también trampolín, como evasión y a la vez maquillaje. Es una de esas a las que se le pegan moscas que ayudan, es cierto, pero al tiempo chupan: la mosca se tranforma en mosquito y Yuna aprende a desconfiar.

La nouvelle es, sencillamente, fantástica: su prosa abunda en pistas por allí desparramadas ("Las ideas se me desparraman cuando intento decribirla, son tantas y tontas..."), el discurso de la boba da cuenta con transparencia de las ridículas convenciones humanas, a las que zambulle en una enorme laguna de sentido del humor, bastante naïf y bien negro. Pero además nos trae todo eso a la superficie ayudándose de su estilo narrativo, de su discurrir página a página. Describe el cómo y lo manifiesta, lo torna cristalino y mágico, es decir, consigue eso tan apreciado y del que solemos disfrutar como enanos: usar el estilo para mostrarnos aquello que pasa.

"Ya dije que por dentro de mi psiquis sabía detalles y formas, que era muy distinta a la boba de afuera que hablaba sin punto y coma porque si ponía punto o coma perdía la palabra hablada. A veces ponía punto o coma para respirar pero me convenía comunicarme de viva voz rápidamente para que me entendieran y evitar lagunas silenciosas que descubrían mi incapacidad de comunicación verbal porque al escucharme a mí misma me confundían los ruidos de adentro de la cabeza y el sibilante fluir de la palabra y quedaba boquiabierta pensando que existían palabras gordas y palabras flacas, palabras negras y blancas, palabras locas y criteriosas, palabras que dormían en los diccionarios y que nadie usaba. Aquí por ejemplo usé comas. Y puntos."

"[...] y digo repitiendo a quienes tengan ocasión de leerme y paciencia al mismo tiempo porque yo misma me oigo y si la palabra escrita es tan fatigantemente bobalicona como la hablada por mí hacia adentro, quien termine esta melopea absurda me maldecirá por el tiempo que le hice perder sin poder negar que no puede dejarme a un lado porque encontró entre mis estúpidas amarguras de amor y muerte muchas de las vividas por sí mismo o misma si se trata de una dama."

A Yuna, el arte y el diccionario consiguen trascenderla.

Y no hago más que preguntarme si aquella Yuna no será un poco (imposible no pensarlo, o al menos desearlo) una Aurora ilusionada y a la que ella misma hace, ficcionándolo, justicia merecida: porque la Aurora silenciada, la de la vida cotidiana, tuvo que esperarse a los ochenta años para ser correctamente publicada y distribuida.
Aunque ella escribía y escribía...

Dejo para el curioso un audio de uno de sus mejores capítulos, por gentileza de Biblioteca Parlante Haroldo Conti:
https://www.youtube.com/watch?v=TcRJHjhtqVI




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