Danny Wattin o el viaje por el mapa de la memoria : rumiar la biblioteca

lunes, 5 de septiembre de 2016

Danny Wattin o el viaje por el mapa de la memoria

Danny Wattin, El tesoro de herr Isakowitz, traducción de René Vázquez Díaz, Barcelona, Lumen (2016)
http://www.megustaleer.com/libro/el-tesoro-de-herr-isakowitz/ES0127703

Novela de viaje, pero un viaje a la inversa: padre, hijo y abuelo van en busca del tesoro que herr Isakowitz, un judío polaco que emigró a Suecia, dejó enterrado en su jardín antes de partir. ¿Qué es ese tesoro? Nadie lo sabe. Quizá una excusa para emprender un viaje por el mapa de una Europa que conoció la desolación: desde Suecia a Polonia. Pero también un viaje por el mapa de la memoria: la de Danny Wattin y su familia judía.


"Tres hombres en un coche en busca de nuestros orígenes, unidos en el intento de recuperar lo que nos pertenece."

El viaje, salpicado de abundante comida y retazos de voces verdaderas, nos relata la historia de la pesadilla de la Alemania Nazi y de la no siempre acogedora Suecia, "un lugar donde las personas no hablan unas con otras". Pero sobre todo consigue transmitir la absoluta incredulidad de lo que pasó entonces y que, Wattin parece decirnos, ojalá no vuelva a repetirse. También advierte que Europa no aprende, a juzgar por ciertos indicios (nacionalismos, neofascismos, xenofobia, etcétera) que proliferan como setas.

"Nosotros siempre nos habíamos sentido alemanes. Yo era alemán. Mi padre era alemán. Él había luchado por Alemania en la Primera Guerra Mundial, desde el segundo día de la guerra hasta el final. Y, de repente, dejó de ser considerado alemán. Nadie lo podía imaginar." 

Ahora bien, y a pesar del tema, El tesoro de herr Isakowitz transcurre como una roadmovie fresca, irónica y tierna a un tiempo, de estilo sencillo que consigue empatizar inmediatamente con el lector. Nos habla de las diferencias generacionales con inteligencia, de los conflictos entre padres e hijos. También del pasado y de sus cosas terribles, pero a la página siguiente nos cuenta una anécdota (humor negro de vez en cuando) que consigue distender la lectura.
  
"—Yo voy a recuperar el apellido Isakowitz —dice mi hijo.
—Ajá —dice mi padre—. Buena suerte a la hora de encontrar trabajo."

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