Matías Néspolo, Una fábula sencilla, Avinyonet del Penedès, Candaya (2024)https://www.candaya.com/libro/una-fabula-sencilla/
Esta es la historia de Gabriel, un tipo que está pasando por uno de esos baches bien profundos de la vida, cuando todo pasa junto y todo es malo. Ha perdido mujer, trabajo y a punto está de perder el piso. Y uno piensa que menos mal que tiene una panda de amigos, amigos de juventud, amigos de cuando iban de noche buscando el pájaro de fuego de la poesía. Claro que, a estas alturas, ya ninguno se dedica a escribir, porque aquello ha quedado atrás como un deseo de juventud:
"Una ficción había sido mi vida en pareja con Mariela en el ático de Gràcia. Una farsa la disciplina y el orden fingido de un trabajo estable. Un engaño mi fe ciega en la escritura. Una fábula idiota las proezas de aquella pandilla de desgraciados que ladraban al micro sus poemas. Y falsa también había sido la experiencia de la noche en aquella mitificada tierra de héroes que no era más que un campo de refugiados de las guerras del exceso, el alcohol y la marginación. Una marginación que tal vez fuera en buena medida provocada adrede o inclusive una simple pose, y eso lo enturbiaba todo aún más. Quizá la legendaria jauría de poetas había sido más bien una manada de hienas cebadas en la carroña de su propio deseo, en la saciedad del goce. Y en los despojos nunca hubo poesía."
Lo que uno enseguida piensa es en las ganas de riesgo de esta pandilla: cierto que la poesía tiene el riesgo del infinito y del morirse de hambre, pero en lo que se meten de adultos es riesgo de verdad. La mayoría son latinoamericanos que viven en Barcelona, salvo uno que es autóctono e hijo de la burguesía, y es precisamente Pep quien los va metiendo a todos en el narco. Quién lo iba a decir. Y para Gabriel, que a veces parece un héroe despistado, aquello va tomando la forma de un laberinto del que no sabe muy bien cómo salir: lo único que se le ocurre es la huida hacia delante.
Novela-bestiario, pues cada capítulo toma de símbolo a un animal, Una fábula sencilla avanza a ritmo ágil y vibrante, prosa naturalísima, como si la estuviéramos escuchando. Tenemos miedo, pensamos todo el tiempo "no vayas por ahí, Gabriel" y a la vez disfrutamos con el registro variado de voces del crisol latinoamericano, porque la novela es también novela de la inmigración, novela del desencanto, novela del narco, novela de poetas latinoamericanos.