rumiar la biblioteca

lunes, 2 de abril de 2018

Andrés Neuman o el deseo narrativo nunca descansa

Andrés Neuman, Fractura, Barcelona, Alfaguara (2018)
https://www.megustaleer.com/libro/fractura/ES0157295

El señor Watanabe, superviviente de Hiroshima, viaja al epicentro del terremoto de Fukushima, es decir, se dirige hacia el mar. ¿Qué encuentra en el centro? Un pueblo fantasma a lo Pedro Páramo, donde solo quedan viejecitos que no han querido marcharse de allí. No le temen a la muerte estos ancianos, tal vez ya habitan la muerte. La muerte es el vacío y en el vacío no hay nada. El centro está vacío; el sentido carece de sentido.
"Descubrió que tenía miedo al vacío. Y se quedó de lo más decepcionado, porque en su familia le habían enseñado que el vacío era el verdadero sentido de la vida. [...] el vacío debería ser una actividad en sí misma."
Pero también es un viaje en dirección a todo aquello que se fractura: la identidad, el lenguaje, la memoria, la destrucción del siglo XX, la catástrofe nuclear. Fractura es un recorrido por la memoria de la catástrofe en cinco países: Japón, Francia, Estados Unidos, Argentina y España. También una exposición de voces de esos cuatro países y sus respectivas traducciones. Las mujeres de Watanabe se prestan a ser entrevistadas por un periodista argentino, Pinedo, a propósito de Watanabe, ese superviviente. Los lectores conocemos a Watanabe a partir de esas cuatro voces (muy bien logradas, por cierto). Pero también conocemos a Watanabe por ese narrador poético que lleva a Watanabe hacia el vacío, el no-sentido, el delirio afantasmado. Watanabe, que es un puzle o "de varias partes en parte", funciona como la excusa para desplegar ese "deseo narrativo que nunca descansa".
"Tenía la ilusión de la mezcla, que quizá te lleva a la soledad por caminos distintos al exilio."

Pero todo esto se despliega en una estructura que avanza como ondas expansivas: el centro de la novela, la escena en que Watanabe está mirando un documental de Chernóbil y emborrachándose, va cubriéndose de capas, pero eso solo lo sabemos al final. Fractura es una de esas novelas que también "narran" con su estructura, es decir: la trama se refleja en la manera en que ha sido construida.
"Eso explicaría, especula Watanabe, la relativa fluidezmuy relativa que él ha alcanzado para narrar su experiencia. Las ondas expansivas del silencio, los mapas de los caídos por las bombas, las zonas de evacuación: un problema de círculos concéntricos."



lunes, 26 de marzo de 2018

Patricio Pron y la variación

Patricio Pron, Lo que está y no se usa nos fulminará, Barcelona, Literatura Random House (2018)
https://www.megustaleer.com/libro/lo-que-esta-y-no-se-usa-nos-fulminara/ES0156444

Cualquier escritor sabe que pocas cosas tienen sentido, salvo leer, escribir y a veces amar (aunque esto no siempre tiene sentido), de modo que deja volar la imaginación (aunque la imaginación más bien actúa de forma subterránea y no vuela en absoluto) y tira del hilo, sigue hacia delante (o hacia abajo). Un pintor, cuyo padre es una "nota al pie", piensa que él no puede variar a la manera de los músicos cuando versionan (aunque esto no es del todo cierto: piénsese en Las Meninas de Picasso, por ejemplo). Un personaje intenta reconstruir una fiesta muchos años después para que aparezca Ella (a la manera de Pierre Menard, pero en lugar de volver a escribir el Quijote, vuelve a acontecer la fiesta), con una fe inquietante por la repetición. Otro escritor llamado Patricio Pron contrata a dos actores para que le sustituyan en las giras promocionales. Un poeta chileno destroza un hotel, como Charly García. Un boxeador despierta en un hospital y sabe que volverá a tener ese accidente una y otra vez. Una pareja de activistas políticos en la Argentina de los setenta tienen un hijo y ya sabemos cómo terminan, es decir, muertos después de ser torturados. Un hijo que es el paréntesis en la vida de los padres, viaja con sus abuelos por el campo argentino. Una pareja no puede tener hijos y a cambio se le llena la casa de gusanos. Un cuestionario de ingreso a Estados Unidos es la repetición de una historia del Berlín antes del Muro, y ligar en Tinder es una variación de seguir estando bastante solo. 

Lo que está y no se usa nos fulminará reflexiona sobre la relación entre el arte y la vida, las variaciones o recreaciones entre ambos (¿quién copia a quién?), con sus característicos toques metaliterarios. A veces pienso que el estilo Pron ha encontrado la hilación (avanza hacia delante) como método de escritura que, afortunadamente, va desarrollando un humor absurdo que trabaja por acumulación. También: la utilización deliberada de lo tipográfico para acrecentar ese absurdo, la contradicción en esas variaciones o versiones que se despliegan a menudo hasta el delirio, y todo es divertidísimo.

"[...] ¿qué podría hacer que suponga que la repetición de un acontecimiento que se desea alterar, aunque sea mínimamente, no supone también la repetición de las circunstancias posteriores? Paulo ha pensado mucho en el tema, y cree que la palabra clave en este razonamiento es 'recreación'; es decir, una cierta forma de repetición con distancia crítica, que es la forma también en que opera el arte en su relación con la realidad. [...] La repetición de todas las circunstancias es imposible, piensa, pero la acumulación de la mayor parte de ellas ofrece algo parecido a un nuevo comienzo, a una segunda oportunidad, se dice, aunque esa oportunidad siga la lógica de las imágenes mentales o de los sueños."

lunes, 19 de marzo de 2018

Renata Adler: escribir es marear a alguien (dos citas)

Renata Adler, Oscuridad total (1983), traducción de Javier Guerrero, Madrid, Sexto Piso (0016)
http://sextopiso.es/esp/item/249/136/index.php

"Escribir es siempre, en parte, marear a alguien. Como leer."

"La relación entre la narración de historias y el erotismo siempre está próxima. Quiero decir, no solo es cuestión de hilar.
Sí lo es. Hilar.
Creo que ya no. Ni siquiera en los thrillers, que es el camino que toma el impulso narrativo más puro. Ni siquiera en los thrillers. Donde hay historias, siempre hay sexo y, en ocasiones, peligro mortal."

lunes, 5 de marzo de 2018

Manuel Moyano y lo conspiranoico

Manuel Moyano, La hipótesis Saint-Germain, Sevilla, Algaida (2017)
https://novela.algaida.es/buscador.php?buscar=La+hip%F3tesis+Saint-Germain

Me gustó El imperio de Yegorov de Manuel Moyano y, cuando recibí esta novela, empecé a leerla con entusiasmo pero enseguida el entusiasmo bajó y bajó más y al poco la abandoné. Puedo decir que está muy bien escrita, que Moyano domina el oficio y que destila ironía y velocidad, cosas que se agradecen en cualquier novela, que es muy buena y divertida teniendo en cuenta el género, lástima que a mí este género no me atrae especialmente y suelo leerlo solo cuando cobro por caracteres. De modo que conozco un buen puñado de novelas de este tipo, es decir, de intriga y misterio, y afirmo rotundamente que es una novela excelente en su género, lástima que a mí personalmente no me guste el género, y por eso esta breve nota de lectura a medias. Confieso que espié el final y que la trama no tiene desperdicio. Un compendio de toda esa temática conspiranoica y misteriosa donde entran nazis, rosacruces, viajes al futuro, identidades robadas, mafia, poder y editoriales, que no siempre son lo mismo.

lunes, 26 de febrero de 2018

Andrés Ibáñez o ahora le toca el turno a la meditación

Andrés Ibáñez, Construir un alma, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2018)
http://www.galaxiagutenberg.com/libros/construir-un-alma/

Nada sabía de este Andrés Ibáñez meditador, aunque enseguida me llamó la atención, no solo porque es una de la voces más interesantes de la literatura española, sino también porque vengo practicando una especie de meditación que, gracias a este libro, sé que se llama "viaje" o "meditación con semilla", es decir, una meditación guiada que estimula la imaginación. Una meditación que se parece bastante a escribir. Dice Ibáñez que la imaginación es un lenguaje viviente, el lenguaje del alma. Que la vida encuentra su sentido en la medida en que vamos construyendo un alma mediante la imaginación a lo largo de los años. Que la meditación es la limpieza de la mente, y que la necesitamos del mismo modo que necesitamos ducharnos a diario.
"Ahora le toca el turno a la meditación. ¿Por qué ahora? Quizá porque hemos llegado al momento en que puede ser comprendida como lo que realmente es. Ahora, cuando la religión, la política y la ciencia se han revelado incapaces de transformar la conciencia, o de transformarla más allá de lo que ya lo han hecho."
Construir un alma no solo expone los beneficios de la práctica continuada de la meditación, sino que propone una buena cantidad de ejercicios de todo tipo. Cada uno se decantará por aquello que más lo estimule, pero todos ellos aportan la misma capacidad que, según nos explica, todos traemos con nosotros, la de regenerarnos y zambullirnos en la felicidad de lo cotidiano. Se trata, en definitiva, de un delicioso texto práctico, de un manual luminoso, de un compendio dirigido a lectores occidentales para conocer una práctica que lleva entre nosotros desde que existimos.


"La imaginación es una de las cosas que menos conocemos y que peor entendemos. Solemos identificar 'imaginación' con mentira, con algo que no existe. Pero la imaginación es un lenguaje, y además un lenguaje viviente. Es el lenguaje del alma. Es el lenguaje del corazón. Es el lenguaje que pone en comunicación dos mundos: el de aquí, el de la física y la naturaleza, y el sutil, compuesto de pura conciencia. La imaginación da forma a lo que no la tiene."

lunes, 19 de febrero de 2018

Don Carpenter: escritores y vida cotidiana

Don Carpenter, Los viernes en Enrico's (2014), terminada por Jonathan Lethem, traducción de Javier Guerrero, Madrid, Sexto Piso (2015)
http://sextopiso.mx/esp/item/344/226/los-viernes-en-enrico039s

Fresca novela sin pretensiones, sencilla, irónica, tierna por momentos, Los viernes en Enrico's narra la vida de un puñado de escritores de la costa Oeste de Estados Unidos, escritores outsiders y todas sus tretas a la hora de escribir, y tal vez sea esto lo más atractivo, además de la modestia de una novela bien construida pero sin aspavientos y que se lee con placer-meseta, con risas cada tanto, con emoción. Pero a la vez es un compendio de cómo escriben los escritores y un muestrario de recursos para conseguirlo:
"No era un escritor. Jaime sí. No se trataba de las palabras, sino de la organización. Ella sabía de manera instintiva cómo poner las cosas para que fluyeran de una escena a la siguiente. El trabajo de Charlie era desordenado, grandes secciones de diálogo seguidas de largas secciones de descripción o acción, pero nada fluía. Era enloquecedor."