rumiar la biblioteca: El oro del Rin
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lunes, 1 de septiembre de 2014

William Gaddis o la novela wagneriana

William Gaddis, Jota Erre (1975), traducción de Mariano Peyrou, Madrid, Sexto Piso (2013)
http://www.sextopiso.es/5985-jota-erre/

El anillo de los nibelungo empieza con un prólogo: El oro del Rin. Aquí se cuenta cómo Alberich, el enano, roba el oro escondido bajo el agua del Rin y con él construye el anillo que otorga a quien lo posee un inusitado poder. Con el mismo oro se construye un yelmo o máscara que al colocárselo le permite tomar diversas formas por acto de magia.

Con el anillo y su desmedida ambición de riqueza (ya que solo es posible forjarlo si se está dispuesto a renunciar al amor), el enano domina a los de su especie, esos seres de las montañas, que en la mitología se relacionan generalmente con el oro y la muerte y la tecnología y la magia y los instrumentos musicales.


*

¿Jota Erre no es acaso una novela absolutamente wagneriana? No solo por el argumento, también por el recurso del leitmotiv: las palabras o expresiones o interjecciones repetidas de los personajes que permiten identificarlos.

Además, es una novela completamente sonora: una construcción de voces que se elevan y voces que se entrecruzan y luego callan y se interrumpen constantemente unas a otras incluidos también los sonidos de la radio y la televisión. Un artefacto similar al rollo de pianola: colócalo y se ejecutará a la perfección, tal y como el pianista tocó la canción cuando grabó dicho rollo. (No olvidemos que antes de matar al pianista hay que asegurarse de que haga su trabajo.)
"[...] o si las lanzaderas tejieran por sí mismas y los plectros tocaran la cítara por sí mismos, sin una mano que los guiara, entonces, los arquitectos no necesitarían trabajadores y los amos no necesitarían esclavos."

Lo que enseguida me lleva a pensar en aquellos monos borgianos tecleando en una máquina de escribir durante toda la eternidad, y también en el azar y la desaparición de la conciencia de autoría.


Abre el libro y ejecuta la novela y notarás como si tuvieras entre manos un simulacro mágico: parece que el narrador haya desaparecido, solo escuchamos, interpretamos, deducimos. Tomamos la forma de lector-piano: una lectura exigente y satisfactoria para los ambiciosos, para aquellos que como Alberich buscan bajo las aguas literarias el oro del Rin.

Fascinante, también, el recurso para unir todas esas voces. Las suturas son deliciosas: un coche que pasa, una llamada telefónica, un viaje en tren, un encuentro casual nos trasladan de un escenario a otro, de una escena a otra.

*

¿De qué habla la novela?

"Sobre un montón de cosas, es, no se puede saber sobre qué es un libro antes de que esté hecho, sobre eso es cualquier libro que valga la pena leer, solucionar problemas."



"O sea, justo desde el principio, que pensé que era un plan buenísimo pedirle prestado dinero a un banco, cuando descubrí que casi no se puede no pedirles dinero, hasta que ahora tienen como a todo el mundo cogido por los huevos, o sea, ¡lo que tendría que haber hecho es ir a por un banco desde el principio!"




"Dieciséis años, como vivir con un inválido, joder, dieciséis años, cada vez que entras ahí, sentado, esperando, igual que lo dejaste, mueve un palito, ahuecarle la almohada, cortar un párrafo, añadir una frase, darle la mano, joder, pequeña, calentarle la leche, añadir una coma, sales un rato a tomar el aire, paquete de cigarrillos, vuelves, exactamente igual que lo dejaste, ojos te siguen por toda la habitación, mueve su palito, tienes que imaginarte qué coño quiere, ahuecarle la almohada, joder, cambiarle la venda, leer en voz alta, cambiar una oración de sitio, limpiarle la barbilla, otro párrafo, joder, ojos te siguen cuando sales, te quedas una semana, te quedas un mes, todo el año, joder, pensar en otra cosa, joder, los amigos te preguntan cómo va, todos esperan que esté listo para salir algún día, no quieren malas noticias, no hay noticias, mejor que les cuenten mentiras, sonrisa enorme, cualquier día de estos, vas por la calle, joder, hay sol, empiezas a pensar que a lo mejor te lo encuentras, que a lo mejor ya está todo arreglado, has salido solo, vuelves, abres la puerta, joder, exactamente donde lo dejaste..."