Lucia Berlin o el arte de que lo terrible suene divertido : rumiar la biblioteca

lunes, 9 de mayo de 2016

Lucia Berlin o el arte de que lo terrible suene divertido

Lucia Berlin, Manual para mujeres de la limpieza, traducción de Eugenia Vázquez Nacarino, Madrid, Alfaguara (2016)
http://www.megustaleer.com/libro/manual-para-mujeres-de-la-limpieza/ES0142775#

Leer a Lucia Berlin es como leer a una especie de Hebe Uhart americana. Trabaja con lo biográfico, es irónica y dulce (aunque destila menos desparpajo), se fija en las pequeñas cosas, divierte y emociona. Leer este libro de título discutible es leer la vida de Lucia Berlin o, mejor, la novela de su vida. Frases como esta nos devuelven la confianza en los editores que comienzan a apostar fuerte por una auténtica escritura de mujeres (no estaría mal que lo hicieran también cuando están vivas):
"Una vez me propuso que fuéramos a echarnos en su furgoneta y descansáramos juntos un rato. [Están en una lavandería.]
Los esquimales lo llaman 'reír juntos'. Señalé el cartel verde lima, NO DEJEN LAS MÁQUINAS SIN SUPERVISIÓN."
O esta (que parece un chiste):
"Unos meses más tarde Melina se dio cuenta de que estaba embarazada. Loca de alegría, se lo contó a su marido. Él se puso hecho una furia. No puede ser, dijo, me hice una vasectomía. ¿Qué? Melina se indignó. ¿Y te casaste conmigo sin decírmelo? Lo echó de la casa a patadas, cambió las cerraduras. Él le mandó flores, le escribió cartas apasionadas. Durmió delante de la puerta hasta que al final lo perdonó."
O este otro fragmento, leído por ella, que podríamos llamar "la literatura como reconstituyente":





Manual para mujeres de la limpieza es un libro de relatos que se lee como una novela o como una biografía novelada o como una ficción autobiográfica antes de que se pusiera de moda el término. De hecho, entre todos los textos es llamativo el que lleva por título "Punto de vista", quizá el más (¿el único?, no, también ese de los talleres de escritura en la cárcel) metaliterario, o mejor, un manifiesto de cómo Lucia Berlin construye sus relatos:


Y me llama la atención porque hoy en día lo que la gente pide a gritos es precisamente lo contrario, el reality show.

Se habla aquí de alcoholismo, abortos, matrimonios y divorcios, hijos nacidos muertos, heroinómanos, carcelarios, cáncer e infinidad de cosas terribles, pero, como bien dice en el cuento "Silencio":
"No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas."
Esa es la clave. Pero también se habla de amor, amistad, atracción sexual, familia, compañerismo en el trabajo con una paleta de variados matices en todas las relaciones humanas. 
" [...] podéis mentir y aun así decir la verdad. Esa historia es buena, y suena verdadera, venga de donde venga." 


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