rumiar la biblioteca

lunes, 19 de noviembre de 2018

Claire Messud o las chicas se hacen mayores

Claire Messud, La niña en llamas (2017), traducción de Irene Oliva Luque, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2018)
http://www.galaxiagutenberg.com/libros/la-nina-en-llamas/

No es fácil dar con un texto que transmita la experiencia de una mujer haciéndose mayor. Quizá lo encontramos en Carson McCullers: esas chicas inteligentes que no están del todo convencidas de cómo funciona el mundo para ellas, que siempre tienen las de perder pero que al final se imponen. Aunque esto viene de lejos, y muchas chicas aprenden a resignarse muy pronto. Resignarse significa aceptar algo que no convence. Supongo que una chica inteligente comprende que ha de buscar la manera de sortear las imposiciones, negociar con todo eso. Tal vez una chica inteligente aprende muy pronto a sospechar de todo:
"A veces tenía la impresión de que hacerse mayor siendo una chica era aprender a tener miedo. Sin caer en la paranoia, o no exactamente... Era más bien la imposición de estar siempre alerta y pendiente de dónde estaban las puertas de la sala de cine o la salida de incendios en un hotel. Llegabas a saber que el cuerpo que habitabas era vulnerable, una fortificación imperfecta, de un modo que nunca percibiste siendo niña. En la televisión, en los periódicos, en libros y películas... nunca violan ni raptan ni apalean ni descuartizan ni queman con ácido a un hombre. Pero en los relatos y en los programas de crímenes, en series de televisión y en la vida real, ocurre continuamente, a nuestro alrededor. Y así aprendemos –‍preparamos nuestra mente para ello‍–‍ que nuestro cuerpo necesita protección. Que es precioso pero también totalmente prescindible, depende de con quién nos topemos. Ninguna chica quiere terminar en una fiesta sin saber cómo volver a casa. Ninguna chica quiere verse caminando sola calle abajo –‍sobre todo si es una calle solitaria‍– cuando ya es de noche. Ninguna chica quiere abrir la puerta a un desconocido, desde luego, nunca lo quiere, si está sola en casa, aunque sea un hombre de uniforme. Porque el uniforme podría ser un disfraz. Esas cosas pasan. Lo he visto en la tele."
La niña en llamas es una deliciosa novela realista de dos amigas haciéndose mayores, aprendiendo a lidiar con las imposiciones, comprendiendo el arte de la sospecha.

lunes, 12 de noviembre de 2018

La gente no quiere pensar, la gente quiere ser fan


[Publicado en Journal de Ética y Cine, 8, 3, de noviembre de 2018]

El ciudadano ilustre, película dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat (2016), cuenta la historia de un escritor argentino, Daniel Mantovani (interpretado por Óscar Martínez), que gana el premio Nobel y cómo aquello le cambia la vida. Enseguida empiezan a invitarlo a infinidad de eventos y por supuesto que no puede asistir a todos. Sin embargo, hay uno que, a pesar de que no parece gran cosa, le atrae por razones personales: Salas, su pueblo natal, adonde no regresa desde hace cuarenta años y que Montovani utiliza como escenario de la mayoría de sus novelas, le acaba de nombrar “Ciudadano ilustre” y lo invita a acudir a la ceremonia. Si acepta, durante su estancia participará, además, en varios eventos, como formar parte del jurado de un premio de pintura, inaugurar su propio busto en una plaza e impartir unos seminarios sobre literatura, entre otras cosas. Montovani, cansado ya de sus apariciones públicas que parecen importar más que su obra, decide aceptar la invitación y viajar al pasado. 
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lunes, 5 de noviembre de 2018

Helen Garner o cómo escribir con absoluta honestidad

Helen Garner, Historias reales (1996), traducción de Cruz Rodríguez Juiz, Barcelona, Libros del Asteroide (2018)
http://www.librosdelasteroide.com/-historias-reales

Bellísimo libro de artículos de la escritora australiana Helen Garner que nos habla de cosas diversas tales como recuerdos de familia, experiencias de mujer o experiencias de escritor, quizá mis preferidos. Ella avanza con un tono inocente, se acerca a las cosas con esa mirada de niño, curiosa, sin expectativas ni juicios, y repleta de honestidad. 
"Los escritores, según mi experiencia, no son extrovertidos. Suelen ser lo que Joan Didion llama 'nerviosos reorganizadores solitarios'. Su trabajo es solitario por naturaleza y, cuando no están en el taller con el culo pegado al asiento y la puerta cerrada, andan deambulando por las calles mirando a la gente, escuchando sus conversaciones, extrayendo incidentes y significados de cuanto ocurre alrededor. Los escritores no aconstumbran a salir juntos. De hecho, se repelen. ¿Cómo vas a sentarlos en la misma habitación? Comprenden instintivamente el horrible distanciamiento de cada uno y, movidos por los pocos modales que puedan quedarles, se esfuerzan en no fulminarse con la mirada. Por tanto, cuando están juntos, sus conversaciones tienden a la cháchara trivial. Hablan de contratos, dinero, agentes, cifras de ventas. Pero ¿qué esperabas? [...] Los escritores, por su parte, no tienen por qué recibir gratificaciones instantáneas. Si las quisieran se habrían dedicado a otra clase de trabajo: cantar, actuar, contar chistes. El peligro de los festivales literarios, para los escritores, consiste en que 'uno' puede hacerse una idea exagerada de su importancia. [...] Lo peor de todo es que 'uno' olvida cómo estar solo, que es la condición sine qua non de la vida del escritor. Parecería que estoy defendiendo que hay que mantener separados a los escritores y a los lectores. No es lo que pretendía, pero quizá no sea mala idea." ("Canta por la cena")
"A estas alturas detecto un tono de falsedad en lo que digo. Me refiero a esas ideas que no son exactamente mentiras pero tampoco del todo verdad que un escritor puede colar al referirse a su trabajo. Estoy empezando a hablar como si cuando escribí el libro supiera lo que estaba haciendo. En retrospectiva, comienzas a reclamar el mérito de cosas que, en el momento de escribirlas, fueron ataques a la desesperada, bandazos a ciegas o saltos al vacío." ("Sueños, la Biblia y Cosmo Cosmolino")

lunes, 29 de octubre de 2018

La camarera de Artaud: bonus track 2

Verónica Nieto, La camarera de Artaud (2011), prólogo de Jordi Corominas, Barcelona, Trampa ediciones (2018)
https://trampaediciones.com/catalogo/la-camarera-de-artaud/

Con esta reedición de La camarera de Artaud, que ha encontrada casa en la encantadora Trampa Ediciones, despliego mis apuntes y retazos sueltos y desaprovechados, los hilos cortados de la narración, el cajón de recuerdos de cuando mi primera novela andaba en gestación, y doy con uno de ellos que reproduzco más abajo a modo de bonus track. 

Y también pienso en que durante estos siete años he leído La camarera de Artaud de muchas y distintas maneras: 

  1. La camarera de Artaud es una novela de formación ambientada en un hospital psiquiátrico de la Francia ocupada por los nazis.
  2. La camarera de Artaud es una excusa para juguetear con la literatura comparada ayudada por una figura perfecta para hacerlo: Artaud era poeta, escritor, actor, cineasta, pensador, loco.  
  3. La camarera de Artaud es una autobiografía encubierta de Antonin Artaud, pues muchos de los episodios que le suceden a la protagonista le acontecieron al propio Artaud. Amélie está buscando construirse a sí misma, y en el proceso le roba un poco de biografía a Artaud para incorporarla a su propia historia de vida.
  4. En el contexto de las siguientes novelas que escribí, La camarera de Artaud trata sobre la lectura. Kapatov o el deseo (2015) trata sobre la literatura y la música y la tercera (que saldrá en 2019 y que aún no tiene título definitivo), sobre la escritura.

Bonus track o hilo deshilachado
¿La vida? Aquello era claramente la vida como zoo, el impulso vital. Moisés tendría que decir que la vida, que se había llamado a sí misma Yahvé, lo había enviado a ellos. A los irrealistas. ¿Irrealistas? Oh, aquello comenzaba a picar. Volví a leer:
Contestó Moisés a Dios:
–Supón que llego a los irrealistas y les digo: «El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros», y ellos me preguntan: «¿Cuál es su nombre?». ¿Qué les he de decir? 
Respondió Dios a Moisés:
–Yo zooy el que zooy.
Y añadió:
–Así dirás a los irrealistas: «Yozooy me ha enviado a vosotros».

Levanté la vista para comprobar que la señora Lamartine seguía tejiendo y suspiré. Cerré las dos biblias de un manotazo y las volví a colocar (esta vez una encima de la otra) en la mesa de noche. ¿Por qué le hablaba a los irrealistas? Y, por otro lado, ¿qué era la irrealidad? ¿Lo contrario a la realidad? ¿Cómo podía ser algo lo contrario a la realidad? ¿No era aquello la nada, la falta de existencia? ¡El nozoo! Pero Yozooy tenía un mensaje para los que viven fuera de la realidad. Para los irreales.

martes, 23 de octubre de 2018

Ana Llurba o la Nave no despega

Ana Llurba, La Puerta del Cielo, Badajoz, Aristas Martínez (2018)
http://www.aristasmartinez.com/producto/la-puerta-del-cielo

[Publicado el 22/10/2018 en Liberoamérica]

Uno de los presupuestos de la escritura feminista apuesta por reescribir la tradición y darle una vuelta de tuerca, muchas veces sirviéndose de la ciencia ficción. Así lo han hecho escritoras como Angela Carter, Margaret Atwood o Ursula K. Le Guin, y Ana Llurba (Córdoba, Argentina, 1980) parece continuar esta estela con su primera novela La Puerta del Cielo (Aristas Martínez, 2018), texto que descuartiza, no sin desparpajo, la historia de la segunda venida del Mesías, aunque en este caso el origen de los dioses es extraterrestre. No hay nada más refrescante que entremezclar la cultura popular con la tradición judeocristiana, o bastardearla con esa leyenda de la tribu africana dogón que coincide, punto por punto, con el frikismo anunnaki.
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lunes, 15 de octubre de 2018

Juncal Baeza: realismo y relaciones personales

Juncal Baeza, Lo imaginado, Sevilla, Editorial Dieciséis (2018)
https://editorialdieciseis.com/producto/lo-imaginado-juncal-baeza/ 

Un hijo que está en la cama y que parece que ha quemado algo; un hombre que viaja en tren y cuyo padre ha muerto el mismo día en que ha nacido su hijo; una pareja viaja a Suecia y terminan por dispararles; un loco quiere huir del manicomio; una mujer está obsesionada con los pianistas y otra se entera de que su hermana gemela ha perdido un embarazo; un italiano se va a vivir a Madrid, o un niño desea que su padre se suicide, entre otros, conforman las historias de este libro de relatos de Juncal Baeza editado por Editorial Dieciséis, donde predomina el realismo, las relaciones personales y la descripción.
"Nunca supe del todo lo que ocurrió a continuación. Pero, para ustedes, me he atrevido a recomponer la historia tal y como creo que tuvo lugar: la pistola se me cayó al suelo. Estaba muy caliente, humeaba. El ruido me hizo encongerme, mi padre dejó de tener el rostro de mi padre y todo se convirtió en una masa confusa de sangre y sesos. Los baldosines blancos de la cocina se tiñeron de rojo. / Respiré." ("Lo imaginado")