rumiar la biblioteca: febrero 2020

lunes, 24 de febrero de 2020

Mariana Enriquez y la oscuridad

Mariana Enriquez, Nuestra parte de la noche, Barcelona, Anagrama (2019)
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/premio-herralde-de-novela/9788433998859/NH_636

Algo de esta novela conecta completamente con el imaginario adolescente: el mal, la oscuridad, lo inexplicable, el terror en todas sus variantes, lo esotérico. Partiendo de aquí, el resultado es fascinante porque está contado desde la tradición (Brontë de Cumbres borrascosas + Bolaño de 2666) y estructurado en varias partes que ofrecen distintos puntos de vista a propósito de los Bradford, una familia de clase alta que lo maneja todo a su antojo, que tiene lazos con lo más oscuro de la política y lo más oscuro del poder sobre las personas. 
"Los crímenes de la dictadura eran muy útiles para la Orden, proveían de cuerpos, de coartadas y de corrientes de dolor y miedo, emociones que resultaban útiles para manipular."
Es también una expansión del cuento "La casa de Adela" de Las cosas que perdimos en el fuego, casa en la que Adela, una niña, desaparece. 

Los Bradford necesitan a un médium para contactar con la Oscuridad, y para ello se sirven de un niño pobre, Juan, a quien utilizan en unas ceremonias horrorosas. Este Juan es un personaje muy ambiguo, por momentos es víctima, por momentos despliega una maldad delirante. Pero todo en él resulta fascinante, a la manera de Heathcliff de Cumbres borrascosas. Juan crece, se casa con una Bradford, tienen un hijo, Gaspar, y toda la tensión narrativa se centra en si Gaspar heredará la capacidad de dialogar con la Oscuridad. 
"Nadie la entiende, amiga, le dijo Juan, que descansaba con los ojos cerrados pero perfectamente lúcido. El problema no es si es posible entenderla. El problema es si habla para nosotros o solamente habla en su abismo, si lo que habla es el hambre sobre el vacío. Si tiene algo más que la inteligencia de la tormenta o la tierra cuando tiembla. Si es algo más que otra ceguera, solo que nos parece iluminada porque no la conocemos."

lunes, 17 de febrero de 2020

Natalia Carrero o cómo escribir sorteando la interrupción

Natalia Carrero, Letra rebelde, Madrid, Belleza infinita (2016)
https://bukinda.com/es/inicio/21-letra-rebelde-9788494186790.html

Novela gráfica de humor irreverente, Letra rebelde nos cuenta la vida de una mujer que no sabe si escribir o no y sobre todo cuándo hacerlo, cómo sortear las interrupciones de la vida cotidiana. Reflexiones que bordean la metaliteratura, cómo ser mujer-madre en los tiempos de ahora y qué significa escribir, si realmente es tan maravilloso como nos cuentan. Notables las páginas de lectura de esos ya clásicos consejos de escritura (Rilke, Carta aun joven poeta) o de pintura (Read, Carta a una joven pintora) intercalados con las interrupciones de la vida cotidiana. 



lunes, 3 de febrero de 2020

La novela deejay XI

Si imaginamos un destino de la literatura similar al destino de la música, en el sentido en el que hoy aplaudimos y celebramos y adoramos al deejay como si de una estrella de rock o de un concertista virtuoso o de un afamado compositor se tratara, y celebramos su trabajo, es decir, el de poner discos, como arte, o mejor dicho, celebramos su collage y su mixtura y su capacidad de navegar por el tiempo y la tradición, de hacer tremolar el tiempo sobre diferentes bases, y extrapolamos el fenómeno al libro, o mejor, al libro electrónico, y pensamos que el escritor dejará de ser ese juntapalabras o el que busca estilo y construye una escritura, y que su función se habrá desplazado hacia un diseñador-maquetador con talento, con conocimientos de programador, que fabrique collages y corta-pegas y links de navegación por las grandes obras de todos los tiempos y aplaudamos su trabajo, lo celebremos como gran hacedor de los tiempos por venir, y colaboremos para que pueda ganarse la vida con mucha mayor soltura que un escritor, porque tal y como dicen algunos, y no sin razón, con semejante tradición para qué escribir o reescribir, o contestar y dialogar con esa tradición, quizá sea suficiente con manipularla y fragmentarla y servirnos de ella para contar la historia que queramos, para seguir ejecutando el hecho literario.

Por ejemplo, yo podría continuar con el montaje de una autobiografía in progress, que ya comenzara con los posts La novela deejay, La novela deejay II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX y X utilizando un fragmento de El mesías de Estocolmo de Cynthia Ozick para explicar esa sensación de fascinación y brillante explosión mental que provoca un texto de vez en cuando, eso que busco incansable como se busca el deseo: