rumiar la biblioteca: Adolfo Bioy Casares
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lunes, 6 de noviembre de 2017

Adolfo Bioy Casares y J. G. Ballard: islas (dos citas)

Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel (1940), Madrid, Alianza (2010)
https://www.alianzaeditorial.es/libro.php?id=3142701&id_col=100500&id_subcol=100501

"Estar en una isla habitada por fantasmas artificiales era la más insoportable de las pesadillas; estar enamorado de una de esas imágenes era peor que estar enamorado de un fantasma (tal vez siempre hemos querido que la persona amada tenga una existencia de fantasma)."





J. G. Ballard, Playa terminal (1964), traducción de Aurora Bernández, Barcelona, Minotauro (2000)

"Había motivos inconscientes más fuertes, reconocía Travers, para dejarla tal como era ahora: si el hombre primitivo había sentido la necesidad de incorporar a su propia psique los acontecimientos del mundo exterior, el hombre del siglo XX había invertido el proceso... De acuerdo con esta vara de medir cartesiana, la isla al menos había existido, lo que no podía decirse de muchos otros lugares." ("Playa terminal")

lunes, 3 de agosto de 2015

Borges se muere o la Weltliteratur

Adolfo Bioy Casares, Borges,
Barcelona, Backlist (2011)
El 1 de febrero de 1978, dos días antes de mi nacimiento, cuenta Bioy que Borges dijo: "Quizá la gente solo recuerda a aquellos escritores que modifican la literatura". No sabemos si Borges dijo esto pensando en sí mismo. Mucho antes, el lunes 13 de julio de 1959, cuenta Bioy que Borges dijo: "Nietzsche decía que las conversaciones entre Goethe y Eckermann son el mejor libro de la literatura alemana: no le gustaría mucho la literatura alemana". Ironías aparte, acaso Nietzsche (y tal vez Borges) estaban pensando en el concepto de la Weltliteratur, desarrollado por Goethe y expuesto en dichas conversaciones, que Jordi Llovet explicó más o menos así: "la idea según la cual el contacto cada vez más eficaz entre las diversas literaturas del mundo puede permitir una percepción desinteresada y más libre de los valores de una cierta literatura nacional cuando son estudiados o analizados por un estudioso de otra comunidad. Se trataría de la posibilidad de las literaturas de las naciones de 'corregirse' entre sí, es decir, de hacerse mejores gracias al ejemplo aportado por las excelencias de las otras"
De esta idea de literatura universal nace la literatura comparada. 
El 5 de octubre de 1959, dice Bioy que Borges dijo: "Las buenos libros han de venir al fin de la literatura: son la destilación de muchos libros anteriores, de muchas literaturas", frase que parece parafrasear el concepto de Weltliteratur.

Thomas Bernhard, Goethe se muere
(1982) (trad. Miguel Sáenz),
Madrid, Alianza (2012)
Naturalmente que pensé en estas conversaciones entre Bioy y Borges como uno de los mejores libros de la literatura argentina, aunque es difícil leer este sin recordar al otro y sobre todo el concepto de Weltliteratur. Confieso también que estoy leyéndolo al costado del cuento "Goethe se muere", de Thomas Bernhard, donde Goethe, moribundo, espera la visita de Wittgenstein antes de irse para siempre mientras conversa con su criado y Eckermann. Un cuento de ciencia ficción. Y Bernhard hace decir a Goethe: "Lo que yo escribí fue sin duda lo más grande, pero también algo con lo que paralicé la literatura alemana para siglos. Yo he sido, amigo mío, [...] el paralizador de la literatura alemana". 
Quizá Borges pudiera decir eso de sí mismo. Quizá Bioy pudiera tomar el papel de Eckermann, aunque su talento supere al de este considerablemente. Pero extrapolemos un poco a nuestro idioma: ¿quién será el Wittgenstein de quien Borges querría haberse despedido? ¿Quién será, además, el Bernhard del futuro que los sitúe codo a codo en el mismo escenario?





J. P. Eckermann,
Conversaciones con Goethe (1848)
(trad. de Rosa Sala Rose),
Barcelona, Acantilado (2006)

El domingo 8 de febrero de 1980, cuenta Bioy que Borges dijo: "Emerson se alegraba de que a su alrededor amigos y conocidos estuvieran escribiendo libros maravillosos. Según Wilde hay que ser muy generoso para alegrarse de que un amigo haya escrito algo que está bien". El jueves 11 de febrero de 1982 cuenta Bioy que Borges dijo: "Si recuperara la vista no saldría de casa. Me dedicaría a leer todos los libros que tengo". El martes 18 de febrero de 1964 había dicho a propósito de unos discos de jazz: "¿Estaremos equivocados dedicándonos a escribir?".




lunes, 29 de septiembre de 2014

Adolfo Bioy Casares y la felicidad

Vivos están los personajes de Bioy Casares. Desesperados, también, pero con una desesperación para nada agobiante. ¿Qué quiero decir? Que vacilan entre la despreocupación y la inquietud. Que confían y desconfían a un tiempo. Las cavilaciones son constantes, pero poco insidiosas. Estos personajes adoran a las mujeres, aunque podría decirse que de una manera algo avejentada, en concreto: sus mujeres son tontas, pero sobre todo adoran celebrar que la tonta les haga caso.

Entre la vigilia y la pesadilla, de cierto aire kafkiano o Machado de Assís, los escenarios se van enrareciendo, pero sin perder la felicidad. Un humor moderado recorre su obra, el humor del héroe que duda y que se equivoca. El tocado por la suerte a veces, lo que generalmente termina por pagarse con un golpe de mala fortuna.


*

Dormir al sol (1973) cuenta la historia de un relojero que se ve obligado a internar a su mujer en un frenopático. Son los otros personajes los que van moldeando sus pensamientos y van tomando las decisiones que le sobrevienen, por lo que la desconfianza y la impotencia recorren el libro entero.





"A mí la idea de mudarme, siempre me contrarió. Siento apego por la casa, por el pasaje, por el barrio. La vida ahora me enseñó que el amor por las cosas, como todo amor no correspondido, a la larga se paga."


La historia es descabellada, pero no desde el principio. Va adquiriendo ese aspecto onírico poco a poco sin perder el sentido del humor. Como diría uno de sus personajes, se trata de un "disparate acuático", es decir, un sinsentido que transcurre hacia la rareza, aunque las acciones parecen concatenantes. Una sucesión de escenas que devienen absurdo.

"Sin ir más lejos, pensá en política. / —¿Qué tiene que ver la política? / Traté de explicar la diferencia entre la política y mi apego por Diana. Me interrumpió: / Sin ir más lejos, pensá en las elecciones y en las revoluciones. La mitad de la población está satisfecha y la otra, desesperada."

*


Completo la celebración con dos libros de relatos: Una muñeca rusa (1990) y El lado de la sombra (1962).

Allí tenía marcadas algunas frases:

(De Una muñeca rusa)

"Cuando ellos tardan es porque no pudieron llegar antes; cuando yo tardo, es porque soy sudamericano." ("Una muñeca rusa")

"Estoy seguro de que llegaron a esa interpretación por el solo hecho de desearla. Si como alguien sostuvo, en cualquier libro el lector lee el libro que quiere leer, estas funciones del Politeama prueban que podemos decir lo mismo del público y de las obras de teatro." ("Catón")

"Pienso: 'Parece contento, aunque no hay razón para que lo esté. Vive, como yo, entre europeos hostiles, por más que lo disimulen. Hostiles a quienes juzgan diferentes.'" ("El navegante vuelve a su patria")


(De El lado de la sombra)

"El novelista repliquédebe ejercer la imaginación en la obra, pero en la vida, ¡por favor!, déjenos elegir cualquier expediente fácil. Le digo más: conviene Mar del Plata porque es pan comido; no andaré alelado, buscando puntos de interés, ni me distraeré de la novela." ("La obra")

"Fuera de las mantas respiraba con libertad, pero en compensación oía a la pareja. ¿Qué murmuraba ahora la peruana? Suspiraba en voz ronquísima: 'Me muero me muero me muero me muero'. Casi le grito: 'Ojalá y de una vez, por favor'. Busqué refugio en El diablo cojuelo; seguía oyendo. Busqué refugio en el sueño; apagué la luz, cerré los ojos, traté de abstraerme; seguía oyendo." ("Un viaje o El mago inmortal")