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No es fácil dar con un texto que transmita la experiencia de una mujer haciéndose mayor. Quizá lo encontramos en Carson McCullers: esas chicas inteligentes que no están del todo convencidas de cómo funciona el mundo para ellas, que siempre tienen las de perder pero que al final se imponen. Aunque esto viene de lejos, y muchas chicas aprenden a resignarse muy pronto. Resignarse significa aceptar algo que no convence. Supongo que una chica inteligente comprende que ha de buscar la manera de sortear las imposiciones, negociar con todo eso. Tal vez una chica inteligente aprende muy pronto a sospechar de todo:
"A veces tenía la impresión de que hacerse mayor siendo una chica era aprender a tener miedo. Sin caer en la paranoia, o no exactamente... Era más bien la imposición de estar siempre alerta y pendiente de dónde estaban las puertas de la sala de cine o la salida de incendios en un hotel. Llegabas a saber que el cuerpo que habitabas era vulnerable, una fortificación imperfecta, de un modo que nunca percibiste siendo niña. En la televisión, en los periódicos, en libros y películas... nunca violan ni raptan ni apalean ni descuartizan ni queman con ácido a un hombre. Pero en los relatos y en los programas de crímenes, en series de televisión y en la vida real, ocurre continuamente, a nuestro alrededor. Y así aprendemos –preparamos nuestra mente para ello– que nuestro cuerpo necesita protección. Que es precioso pero también totalmente prescindible, depende de con quién nos topemos. Ninguna chica quiere terminar en una fiesta sin saber cómo volver a casa. Ninguna chica quiere verse caminando sola calle abajo –sobre todo si es una calle solitaria– cuando ya es de noche. Ninguna chica quiere abrir la puerta a un desconocido, desde luego, nunca lo quiere, si está sola en casa, aunque sea un hombre de uniforme. Porque el uniforme podría ser un disfraz. Esas cosas pasan. Lo he visto en la tele."La niña en llamas es una deliciosa novela realista de dos amigas haciéndose mayores, aprendiendo a lidiar con las imposiciones, comprendiendo el arte de la sospecha.
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