La camarera de Artaud: bonus track 2 : rumiar la biblioteca

lunes, 29 de octubre de 2018

La camarera de Artaud: bonus track 2

Verónica Nieto, La camarera de Artaud (2011), prólogo de Jordi Corominas, Barcelona, Trampa ediciones (2018)
https://trampaediciones.com/catalogo/la-camarera-de-artaud/

Con esta reedición de La camarera de Artaud, que ha encontrada casa en la encantadora Trampa Ediciones, despliego mis apuntes y retazos sueltos y desaprovechados, los hilos cortados de la narración, el cajón de recuerdos de cuando mi primera novela andaba en gestación, y doy con uno de ellos que reproduzco más abajo a modo de bonus track. 

Y también pienso en que durante estos siete años he leído La camarera de Artaud de muchas y distintas maneras: 

  1. La camarera de Artaud es una novela de formación ambientada en un hospital psiquiátrico de la Francia ocupada por los nazis.
  2. La camarera de Artaud es una excusa para juguetear con la literatura comparada ayudada por una figura perfecta para hacerlo: Artaud era poeta, escritor, actor, cineasta, pensador, loco.  
  3. La camarera de Artaud es una autobiografía encubierta de Antonin Artaud, pues muchos de los episodios que le suceden a la protagonista le acontecieron al propio Artaud. Amélie está buscando construirse a sí misma, y en el proceso le roba un poco de biografía a Artaud para incorporarla a su propia historia de vida.
  4. En el contexto de las siguientes novelas que escribí, La camarera de Artaud trata sobre la lectura. Kapatov o el deseo (2015) trata sobre la literatura y la música y la tercera (que saldrá en 2019 y que aún no tiene título definitivo), sobre la escritura.

Bonus track o hilo deshilachado
¿La vida? Aquello era claramente la vida como zoo, el impulso vital. Moisés tendría que decir que la vida, que se había llamado a sí misma Yahvé, lo había enviado a ellos. A los irrealistas. ¿Irrealistas? Oh, aquello comenzaba a picar. Volví a leer:
Contestó Moisés a Dios:
–Supón que llego a los irrealistas y les digo: «El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros», y ellos me preguntan: «¿Cuál es su nombre?». ¿Qué les he de decir? 
Respondió Dios a Moisés:
–Yo zooy el que zooy.
Y añadió:
–Así dirás a los irrealistas: «Yozooy me ha enviado a vosotros».

Levanté la vista para comprobar que la señora Lamartine seguía tejiendo y suspiré. Cerré las dos biblias de un manotazo y las volví a colocar (esta vez una encima de la otra) en la mesa de noche. ¿Por qué le hablaba a los irrealistas? Y, por otro lado, ¿qué era la irrealidad? ¿Lo contrario a la realidad? ¿Cómo podía ser algo lo contrario a la realidad? ¿No era aquello la nada, la falta de existencia? ¡El nozoo! Pero Yozooy tenía un mensaje para los que viven fuera de la realidad. Para los irreales.

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