rumiar la biblioteca

lunes, 8 de julio de 2024

Rodrigo Fresán en tres movimientos: diario de lectura 2

 

Rodrigo Fresán, El estilo de los elementos, Barcelona, Literatura Random House (2024)

https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/336145-libro-el-estilo-de-los-elementos-9788439742975

Movimiento segundo

(Leo esta segunda parte con muchas interrupciones y aun así no tengo ningún problema para seguir la trama, cosa llamativa en una novela de estas características.)

Land viaja a Ciudad II, ciudad tropical, donde vive ahora, es decir, Caracas. Un apartamento con piscina compartida en la que pasa la mayor parte del tiempo y donde conoce a adolescentes de todo el mundo (hasta hay cameo de un escritor que siempre quiso ser escritor y que fue secuestrado de niño, un escritor, en definitiva, tremendamente parecido a Fresán mismo, aunque Fresán no es ni Land ni este escritor). La felicidad de la adolescencia. La felicidad de relacionarse por primera vez con niñas y por fin enamorarse de Ella. Leer a Jane Austen y a las Brontë. Escuchar música de otra manera. Lo cierto es que el comienzo de la adolescencia coincide con el cambio de escenario como si fuera un pasar página. O cambiar de libro. Y esto no es del todo metafórico porque, como rito de paso, como abandono de la infancia, sus padres le obligan a destruir su biblioteca primera. 

De golpe aquí abundan los centros comerciales y aunque hay pocas librerías, Land las frecuenta y se hace experto en robar libros. Uno que ha robado, que lo acompañará durante toda esta etapa: el Tractactus logico philosophicus de Wittgenstein. Y llega el momento de ir al colegio y lo apuntan a uno católico y Land odia las matemáticas y no hace un examen y entonces lo expulsan. Esto es la Big Vaina: se pasa dos años simulando ir al colegio pero en realidad se interna en un centro comercial y lee. Roba libros y lee y sigue leyendo. Comienza a mirar la realidad como si fuera un libro, porque para entonces, adicto a la lectura, Land es El Lector:

"[...] sí, para él ya todo es literatura, ya no puede sino leer la realidad como si releyera ficciones, ya está perdido [...]."

Pero los padres se enteran y entonces llega la segunda destrucción de su biblioteca como castigo. Y lo obligan a quedarse en casa. Y quieren que escriba, que deje de leer y escriba. Pero Land no. Él solo quiere ser lector. Y sueña con su futuro, donde trabaja de asistente en la banda Supertramp y como librero y vuelve a Ciudad I y se convierte en periodista. Pero el sueño premonitorio termina y vuelve a la realidad, es decir, al presente. Menos mal que el Tractatus se salvó de la destrucción, y lo lee con fervor. Pero la realidad golpea: Drill ha muerto, Ella se ha enamorado de otro, sus padres ahora toman cocaína. En una de las fiestas de sus padres, Land prueba la cocaína y debuta sexualmente con una amiga de sus padres, la escritora femme fatale. Y Land se siente vacío y ya nada tiene sentido porque sabe que la juventud se terminó definitivamente. 

Oh, Land.

lunes, 1 de julio de 2024

Rodrigo Fresán en tres movimientos: diario de lectura 1

 

Rodrigo Fresán, El estilo de los elementos, Barcelona, Literatura Random House (2024)

https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/336145-libro-el-estilo-de-los-elementos-9788439742975

Movimiento primero

El libro está dividido en tres partes y la primera ocurre en la Gran Ciudad que sin ninguna duda es Buenos Aires, ciudad de nacimiento de Land, alter ego de Rodrigo Fresán, aunque en realidad no es para nada Rodrigo Fresán (que quede claro). Porque estamos aquí en el terreno resbaladizo de la autoficción o autobiografía libre y liberada de corsés, como aquella En busca del tiempo perdido, que tal vez sea el único modelo de escritura autoficcional que convence al narrador. Entonces sabemos que Land no quiere ser escritor, solo quiere ser lector. Sus padres son editores de Ex Editors y además se relacionan o directamente pertenecen a grupos guerrilleros, lo que a la postre los obliga a emigrar a otra Gran Ciudad. Pero aún estamos en la primera parte y aquí Land nos cuenta su infancia, su educación sentimental, su adoración por Drácula, por La Evanauta (novela gráfica sin duda trasunto de El Eternauta) y a la vez es un inventario de juguetes y golosinas tan argentinas, aunque a Land el juguete que más le gusta sea el libro. Le gusta más que los programas televisivos del tipo Colosos de la Lucha (que evidentemente es Titanes en el Ring), y el libro por momentos es un museo de la memoria argentina y a la vez historia argentina contada en clave argentina. 

Sabemos entonces que sus padres, que no son nada buenos padres, que no paran de organizar fiestas en casa que no dejan dormir a nadie, un día, a causa de una notable redacción en el colegio, le regalan a Land The Elements of Style, un libro recetario sobre en qué consiste el estilo. Claro que a Land aquello le parece absurdo. Sus padres son del tipo de padres que creen que sus hijos son genios y tienen amigos escritores como Silvio Platho que siempre anda diciendo que se va a suicidar. Aunque hay uno, mayor que sus padres, que viene a funcionar como maestro y lugar seguro de Land, cosa que sus padres no le brindan. Se trata nada menos que del autor de La Evanauta, César X Drill, y la parte en que conocemos las enseñanzas de Drill es sin duda la mejor parte dentro de la primera parte de la novela. Drill varía o filosofa o reflexiona en voz alta, y lo que le dice a Land deja huella en Land pero también, qué duda cabe, en los lectores. Le habla de la mentira, de que decir "no entiendo" es mejor que decir "no se entiende", de la ficción, la realidad, el pasado, de qué es un artista, de la memoria y del tiempo, entre otras cosas, sin duda provechosas y sobre todo propicias a leer lápiz en mano, da igual si azul o rojo. 

"He aquí la razón del Gran Arte. Razón que pasa, paradójicamente, por primero hacer sentir pequeño a su destinatario para que este, perseverando, pueda experimentar por sí mismo la excitante e intransferible sensación de crecer, de ir creciendo. De no entender en principio para acabar entendiendo. Y descubrir entonces que su relación con eso ha sido tanto más intensa y trascendente y provechosa que cualquiera de esas otras relaciones en las que todo estaba claro desde el comienzo."

La cosa sigue así: poco a poco la gente que se relaciona con sus padres empieza a desaparecer y aquello va tomando la forma de cuento de fantasmas hasta que vemos a Land despedirse de su biblioteca y partir en avión a nuevo destino. 

Los lectores a este punto estamos encantados: humor y estilo y a la vez historia argentina y sin duda reflexiones verdaderas sobre la escritura y la vida, pilares que construyen El estilo de los elementos, que va en camino de convertirse en uno de mis libros preferidos de Fresán y tal vez incluso del año.

lunes, 17 de junio de 2024

Ginés Cutillas y el pacto de lectura (cita)

 

Ginés Cutillas, El ensayo-ficción, Madrid, Sílex (2024)

https://www.silexediciones.com/producto/el-ensayo-ficcion/

"El pacto de ambigüedad presenta a la vez el texto como ficticio y real. Lo que cautiva de esta nueva forma de narrar es precisamente ese desprendimiento de la realidad que aligera el texto, no importa tanto la veracidad como la verosimilitud: aquí debería, podría o tendría que suceder y, sin embargo, también podría ser de otra manera. No se escribe bajo ninguna ley moral, lo que convierte el texto en un relato amoral, libre de prejuicios por parte del autor y de juicios posteriores por parte del lector, en un intento de abrirse a los demás, en busca del reconocimiento del otro."

[...]

"Ser 'borgiano' es precisamente eso, ser ambiguo al colocar la ficción y la realidad al mismo nivel. Piglia afirmaba que había tres tipos de escritores, según el plano en el que se encontrasen el texto y el subtexto. Si ambos están al mismo nivel, tenemos la literatura borgiana, si el subtexto va delante, la kafkiana, y si mostramos el texto, pero escondemos el subtexto, siguiendo el ya famoso método iceberg, entonces tenemos escritores tipo Hemingway. Curiosamente, estos tres tipos de escritores podrían tener su equiparación según el pacto de lectura: así, en el mismo orden, tendríamos el ambiguo, el ficcional y el autobiográfico."

lunes, 10 de junio de 2024

Eduardo Halfon: ser judío y guatemalteco

Eduardo Halfon, Tarántula, Barcelona, Libros del Asteroide (2024)

https://librosdelasteroide.com/libro/tarantula


Con su ya característico tono confeso y su narrador autoficcional, escuchamos la voz de Eduardo Halfon contándonos un episodio de su niñez. Bueno, no era exactamente un niño, sino un preadolescente de trece años, es decir, cuando ya no se es del todo niño pero aún tampoco un jovenzuelo. Sabemos que la familia ya vive en Estados Unidos desde hace tres años porque en Guatemala hay guerra y hasta los niños saben qué es la guerra aunque no entiendan sus porqués. Y entonces el padre decide que los enviará a un campamento aquel verano. Eduardo no quiere ir, pero el padre impone su autoridad.

Resulta que el campamento es un campamento para niños judíos en Guatemala donde enseñan a los niños a ser judíos y a cantar canciones en hebreo. Todo parece inocente (hacen guardias, aprenden canciones, aprenden palabras en hebreo) hasta que tiene lugar una actividad (si se puede llamar a lo que ocurre "actividad" y no simplemente "aberración") sumamente escalofriante: el monitor simula que esos niños están en un campo de concentración y los trata como tales, porque es así como entenderán lo que significó un campo de concentración para el pueblo judío.

Aquella historia traumática viene contada mediante retazos: vamos sabiendo de a poco y así consigue que nos mantengamos atentos. Es capaz de irla desmenuzando y al tiempo comentando, pues su escritura no deja de ser un proceso de autodescubrimiento. Dice el narrador en un momento que es judío y además guatemalteco, a su pesar, aunque de niño odiara ser precisamente eso. Después de leerlo a mí me queda la impresión de que Halfon nos presenta lo judío como doloroso y cruel y lo maya como misterioso y sanador. 

"Que cuáles eran los libros que nunca había leído, me preguntó el periodista español, pero que más me habían influenciado como escritor. Una pregunta ridícula y a la vez genial, le dije a Regina. Y yo, sentado ante aquel periodista español, de inmediato supe mi respuesta. Tomé un sorbo amargo de expreso y me quedé saboreándolo más de lo necesario, por puro drama. La Torá y el Popol Vuh, le dije a Regina. Aunque jamás los he leído, no hay dos libros que, como hombre y como escritor, me hayan marcado más. Y es que no necesito leerlos, le dije, pues los he llevado siempre conmigo, escritos ambos en alguna parte muy dentro de mí. El libro de los judíos y el libro de los guatemaltecos, si se me permite esa simplificación, y si es que se les puede llamar libros a esas dos obras monumentales que representan y definen las dos grandes columnas sobre las cuales está construida mi casa. Pero una casa que yo, por alguna razón, desde niño necesitaba destruir o al menos abandonar."

lunes, 3 de junio de 2024

Francisco Hermoso de Mendoza: narrar un taller de escritura

 

Francisco Hermoso de Mendoza, Los días del devenir, Madrid, Ápeiron Ediciones (2024)

https://www.apeironediciones.com/libros/Los-d%C3%ADas-del-devenir-Francisco-Hermoso-de-Mendoza-p650278708

Estamos dentro de una residencia geriátrica, la narradora se llama Loreto. Es amiga de Julio, otro de los internos que siempre anda amenazando con que se va a suicidar. Resulta que entre las nuevas actividades hay un taller de escritura impartido por Sandra, y ambos se apuntan. Así, lo que leemos es la historia de cómo Sandra (más tarde un sustituto) va corrigiendo los textos que tanto Loreto como Julio le entregan. El de Loreto cuenta un viaje por Italia; Julio escribe textos autobiográficos, donde siempre habla de un tal Julián. La novela, pues, se va construyendo como cajas chinas: historias dentro de historias, donde abunda el sentido del humor y una prosa afilada y precisa.

"Ver reír a Sandra me sorprende. ¿Se ríe de mi escritura? ¿Se ríe de mí? ¿Lo hace de ambas? Por lo general mantiene en el curso un semblante de seriedad inalterable. Por eso la risa franca de hoy me ha descolocado durante mi lectura teatralizada. [...] Y todos deberíamos saber ya que no hay mejor purgante que el humor."

lunes, 27 de mayo de 2024

Rosa Ribas, escritora

 

Rosa Ribas, Peces abisales, Barcelona, Tusquets (20249

https://www.planetadelibros.com/libro-peces-abisales/392342

Simpatiquísimo este libro inclasificable de Rosa Ribas, que a ratos puede leerse como un testimonio de su poética. Momentos biográficos, vergüenzas infantiles, complejos de periferia, reflexiones de una escritora que escribe a lápiz, que fue durante mucho tiempo extranjera y que acaba de volver a casa, para lo que tuvo que mover su biblioteca. 

"Como los hijos de los diplomáticos, he desarrollado una buena capacidad de observación, para aprehender las reglas de los nuevos lugares y adaptarme a ellos, arrastro conmigo la constante sensación de excentricidad, pero no en el sentido de ser estrafalaria, sino en el de tener el centro desplazado, una perenne desubicación que va de la mano de un profundo anhelo de raíces."

Escrito con esa ironía entre tierna y naif que nos arranca sonrisas cómplices, de prosa trabajadamente sencilla y próxima, este compendio de postales de escritor y de cómo este se construye se desliza agradablemente entre brazadas de profunda sabiduría cotidiana. 

"Uno de los motores de la escritura es la búsqueda de respuestas que sabes inalcanzables. Que deseas inalcanzables, ya que lo más probable es que sean triviales, que no estén a la altura ni de las preguntas ni de las hipótesis."