Olga Tokarczuk y mil y una formas de viajar : rumiar la biblioteca

lunes, 31 de agosto de 2020

Olga Tokarczuk y mil y una formas de viajar

 

 

Olga Tokarczuk, Los errantes (2007), traducción de Agata Orzesek, Barcelona, Anagrama (2019)

https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/los-errantes/9788433980533/PN_1016

El paradigma como viaje, digo, porque este libro es un puro devaneo sobre el viaje en diferentes formas: viaje real, viaje por el tiempo, viaje por el cuerpo, viaje por la memoria, viaje por internet, la vida como viaje, por no hablar de la gran metáfora del viaje de la muerte, el último viaje, al menos que sepamos. Una especie de mil y una formas de viajar, pues como las Mil y una noches va hilvanando historias dentro de historias, que a priori parecen no tener ninguna relación pero que siempre la tienen: por temática, por zona geográfica. Tal vez podemos destacar otros dos grandes temas fetiche: el del cuerpo conservado después de muerto y la psicología de viajes. Hay unas cuantas historias largas (pues este no deja de ser un libro de cuentos) y minificciones o prosas breves de género variado entre medio, funcionando como entreactos o esperas de aeropuerto. Notables todas: la historia del hombre que pierde a su mujer e hijo, la historia de las conferencias de psicología de viajes en los aeropuertos, la de la rusa que viaja por la ciudad en metro, la de la mujer que recibe un email de un antiguo novio, la del viejo profesor que da conferencias en cruceros, la historia del corazón de Chopin que cruzó la frontera debajo de un miriñaque, la del taquidermista inventor del "dolor fantasma" que escribe cartas a su pierna amputada, como las cartas de Joséphine Soliman a Francisco I, hija de uno de sus servidores, donde se queja de que su padre haya sido disecado y expuesto en un museo. 

"Un concepto importante de la psicología del viaje es el deseo, que es lo que confiere movimiento y dirección al ser humano y despierta en él la aspiración a alcanzar algo. El deseo en sí mismo está vacío, ya que tan solo señala la dirección, no el objetivo; el objetivo, siempre difuso, fantasmagórico; cuanto más cercano, más enigmático. Por inalcanzable, incapaz de satisfacer el deseo. La preposición 'hacia' es lo que mejor define este proceso. Hacia qué."

Un libro delicioso, un libro para llevar de viaje. Su estilo es sencillo, preciso, de ironía soterrada, de profunda emoción.

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