rumiar la biblioteca

lunes, 29 de septiembre de 2025

Cristina Rivera Garza o narrar lo inenarrable

 

Cristina Rivera Garza, El invencible verano de Liliana, Barcelona, Literatura Random House (2021)

https://www.penguinlibros.com/es/libro-de-biografias/246022-libro-el-invencible-verano-de-liliana-9788439739456?srsltid=AfmBOooD-LM3_zk6Y1YjTWB7aGLGEDl4WoymEAiQ18MhCh9Fp_kiPZ8Y

No son de mi preferencia los libros que narran las calamidades personales del autor. No he leído ni La hora violeta de Sergio del Molino ni Nela 1979 de Juan Trejo, por poner dos ejemplos cercanos en el tiempo, por esas mismas razones, ni tampoco libros que tratan sobre enfermedades (aunque hayan sido superadas con éxito) o depresiones severas, un tema recurrente de la literatura actual. No me da placer la enfermedad ni la desgracia ajena. Solo recuerdo un libro maravilloso que sí fui capaz de disfrutar, y eso porque el autor consiguió narrar sus desventuras con un desternillante humor negro: Viaje alrededor de mi cráneo de Frigyes Karinthy. Pero el humor no suele ser parte del cóctel en estos casos. Y yo tengo una marcada predilección por el humor como recurso literario.

Sin embargo, no quería dejar de leer este desgarrador libro de Rivera Garza, autora que admiro profundamente. Y aunque no me pareció el mejor de sus libros, la autora ha podido construir una historia a su manera, es decir, usando archivo, levantando un texto con voces ajenas sobre aquello que en principio parece inenarrable: el asesinato de su hermana con apenas veinte años a manos de su exnovio. Claro que el libro actúa como denuncia, porque el caso de Liliana no es, desgraciadamente, un caso aislado. Y creo que en este sentido el libro funciona como bandera de una causa necesaria, una causa que desde hace poco cuenta con su propio vocabulario. Con su definición específica. Algo que Latinoamérica necesita y debe gritar: basta ya de feminicidios.

"El feminicidio no se tipificó en México sino hasta el 14 de junio de 2012, cuando el Código Penal Federal lo incorporó como un delito: 'Artículo 325: Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género'. A gran parte de los feminicidios que se cometieron antes de esa fecha se les llamó crímenes de pasión. Se le llamó andaba en malos pasos. Se le llamó ¿para qué se viste así? Se le llamó una mujer siempre tiene que darse su lugar. Se le llamó algo debió haber hecho para acabar de esta forma. Se le llamó sus padres la descuidaron. Se le llamó la chica que tomó una mala decisión. Se le llamó, incluso, se lo merecía. La falta de lenguaje es apabullante. La falta de lenguaje nos maniata, nos sofoca, nos estrangula, nos dispara, nos desuella, nos cercena, nos condena."

lunes, 15 de septiembre de 2025

Mark Fisher sobre el miedo y el cinismo (cita)

 

Mark Fisher, Realismo capitalista (2009), traducción de Claudio Iglesias, Buenos Aires, Caja Negra (2016)

https://cajanegraeditora.com.ar/libros/realismo-capitalista/

"[...] el cinismo y el miedo son los afectos preponderantes en el capitalismo tardío. Estas emociones no incentivan el pensamiento valiente o los saltos esperanzados, sino la conformidad y el culto de la variación mínima, la distribución de contenidos que se parecen muy de cerca a los que ya han sido probados exitosos."

lunes, 1 de septiembre de 2025

Gustavo Faverón Patriau o quién se atreve a reseñar al monstruo

 

Gustavo Faverón Patriau, Minimosca, Avinyonet del Penedès, Candaya (2024)

https://candaya.es/libro/minimosca/

Claro que no hace falta que escriba absolutamente nada sobre Minimosca, la desquiciada novela que se desborda. Pero imposible no dejar constancia de tremenda lectura abrumada: por momentos creer que nos toma el pelo (qué obedientes, lectores pacientes leyendo broma tras broma), por momentos aburridos, por momentos riendo a carcajadas, por otros maravillados, quiero decir, ese prosismo que se gasta y que se lee deslizante, exuberante, como la explosión de la primavera, como ese instante en que lo que florece lo hace a tal velocidad que está a punto de pudrirse (pero no, aún no). Difícil ese equilibrio de la desmesura, pero vale la pena porque hay páginas realmente brillantes. 

Minimosca es muchos libros, sin duda, y es un libro de desdoblamientos constantes, de reescritura de la escritura siempre alucinada. Hay versiones de las mismas historias contadas desde distintos personajes, hay distintos personajes con idénticas historias de vida, hay la temática persistente del mal, del horror, de la contradicción de creer estar haciendo algo bueno cuando en realidad es tan malo como lo peor, la fatalidad de la herencia, el conflicto entre padres e hijos, el absurdo de la vida. No voy a resumir la trama porque difícilmente me la acuerde. 

Leí la novela en vacaciones (necesitaba unos cuantos días libres para la tarea). Pero salí de allí con la satisfacción de haber atravesado una novela-selva intrincada, novela de ambición desorbitada, una novela-experiencia de lectura más que novela-argumento. Salí de allí (sobreviví) volviendo a creer que la literatura sigue viva. Aunque confieso que hubo un momento en que estuve a punto de claudicar, pero entonces llegó la parte "Momias" y ya no pude soltarla. 

Y ya está, no diré nada más (hay infinidad de buenas reseñas). Solo aviso que si os desanimáis no dejéis de leer las páginas 456-462 porque es una de las mejores explicaciones de la función de autor en la narrativa. Dejo aquí un fragmento:



lunes, 11 de agosto de 2025

Andrea Zhok o nuestro mundo es un lugar incómodo

 

Andrea Zhok, Crítica de la razón liberal, traducción de Juan Vivanco, Barcelona, El Viejo Topo (2025)

https://tienda.elviejotopo.com/catalogo/3846-critica-de-la-razon-liberal.html

Zhok se propone contarnos los orígenes del liberalismo y de la subjetividad y la individualidad y lo que ello significa en todas sus vertientes. La lectura es incómoda, porque hay cuestiones relacionadas con lo liberal que defendemos (y agradecemos, porque consideramos una conquista social), mientras que otras las detestamos y estamos deliberadamente en desacuerdo. Claro, vivimos en tiempos de polarización, y pareciera que todo lo que no planfetea claramente hacia un lado puede leerse como ideología de lo contrario. Pero hay grises... y este libro no para de recordárnoslo.

La libertad puede entenderse de muchas maneras. Pero hemos llegado a un punto de no retorno, pues los valores ya no existen, los derechos humanos son cada vez más un concepto maleable y las instituciones internacionales de justicia tienden al descrédito; hemos convertido todo en mercancía (ya nos advirtió Polanyi que ni el trabajo, ni la tierra o vivienda ni la moneda eran mercancías); las luchas colectivas no se sostienen porque privilegiamos la diferencia o la diversidad y estamos tremendamente polarizados y enseguida "cancelamos". Mientras tanto, el individualismo campa a sus anchas: cada uno cuidando su propio asiento. Solo nos queda una cosa por hacer, nos advierte Zhok, que analiza el camino que venimos transitando, el de la modernidad occidental, el del neoliberalismo, y que nos está llevando al "todo vale" y derechitos a la destrucción: poner límites. Y construir algo parecido al socialismo

"El carácter inicialmente negativo de la razón liberal se materializa en un sinfín de representaciones unidas por el hecho de poner a la altura del valor positivo actos vacíos de 'superación'. Como  'eficiencia sin alma', la razón liberal alimenta sistemáticamente el crecimiento ilimitado de las transacciones económicas, la explotación de la naturaleza y la manipulación tecnológica. Los que pagan las consecuencias son, respectivamente, los equilibrios sociales, los ecológicos y, a fin de cuentas, la propia identidad humana (como bien describe el planteamiento transhumanista). Como 'alma sin eficiencia', la razón liberal se expresa en un hervidero de llamamientos a 'romper las reglas', a 'superar los límites', a la 'transgresión', a la 'libertad', sea lo que sea: una gesticulación libertaria perenne que oscila entre rebeldía y reivindicación. A menudo estas dos tendencias se funden y dan lugar a un florilegio de exhibiciones competitivas, de 'récords guinness de las primacías', de campeonatos de nada.

[...]

Cada grupo, subgrupo y en última instancia cada individuo lucha por ser reconocido como víctima de algo o alguien para poder ganar espacios o derechos en detrimento de otros individuos o grupos. Un sistema de reivindicaciones opuestas ha ocupado el lugar del intento de llegar a un acuerdo positivo en torno a algo; en su lugar surge la búsqueda de un acuerdo negativo como legítimo desquite. Se crean así continuamente líneas de fractura y resentimiento: mujeres contra hombres, homosexuales contra heterosexuales, blancos contra negros, musulmanes contra cristianos, norte contra sur, veganos contra omnívoros, jóvenes contra viejos, etc. La época que ensalza la 'diversidad' hace de esta diversidad un campo de batalla donde las relaciones entre diversos oscilan entre el contencioso sindical y la causa judicial.

[...]

El grito de Zaratustra sobre la muerte de Dios afectó a todas las éticas con pretensiones de verdad. No somos una civilización que necesite una 'renovación' ética, sino una reconstrucción desde los cimientos."

lunes, 14 de julio de 2025

Francisco Hermoso de Mendoza y el suspense rural

 

Francisco Hermoso de Mendoza, Cuando el corazón se cierra hace más ruido que una puerta, Madrid, Ápeiron Ediciones (2025)

https://www.apeironediciones.com/libros/Cuando-el-coraz%C3%B3n-se-cierra-hace-m%C3%A1s-ruido-que-una-puerta-Francisco-Hermoso-de-Mendoza-p735801510

Un grupo de amigos de mediana edad (pero que son amigos desde la juventud), atacados por aquello de la nostalgia de la amistad, deciden pasar un fin de semanas juntos en una casa rural. El narrador cree que será un fin de semana de beber y bailar, pero las cosas no van por esos derroteros desde el momento que uno de los amigos lleva a sus niños pequeños. El silencio debe reinar en la casa, el descanso de los niños es lo importante. De modo que se acuestan temprano y al día siguiente salen de excursión, visitan un pueblo abandonado, y es entonces cuando empiezan a pasar cosas raras. Sepamos de antemano que lo que leemos es el diario del narrador que está a punto de morir. 

"Por la noche habíamos cerrado todas las ventanas y las contraventanas de madera. Delante de la puerta de la entrada principal habíamos puesto la mesa de madera del comedor y el sofá. Pero era tal el agotamiento de todos los presentes que nadie se ofreció como centinela, ni tampoco hubo voluntad alguna por organizar los turnos de las guardias. Pensé que nos habíamos abandonado definitivamente en los brazos de lo Inevitable, a merced de ese presunto Alguien que merodeaba en el exterior."

Aparte de un gran título, la novela derrocha ese humor negro propio del autor. Eso hace que leas y estés deseando que le sigan pasando cosas terribles a los personajes, aunque a un tiempo empatices con la desolada sensación de la desgracia gratuita.

lunes, 7 de julio de 2025

Andreu Navarra o el honor es un estorbo (cita)

 


Andreu Navarra, Razón y demolición, Barcelona, H&O (2024)


"'El honor es un gran estorbo', dice el filósofo [Spinoza], 'ya que, para alcanzarlo, tenemos que orientar nuestra vida conforme al criterio de los hombres, evitando lo que suelen evitar y buscando lo que suelen buscar.' Spinoza afirma que los hombres buscamos, básicamente, riquezas, honor y poder. Y he aquí un problema que todo pensador habrá de afrontar algún día: ¿cómo lograr tiempo para pensar y escribir haciendo exactamente lo contrario de lo que su sociedad le recomienda? ¿Cómo vencer a las creencias, a las coacciones ideológicas y laborales? Es algo particularmente arduo si se es una mujer. Interésense, por ejemplo, por la vida de María Zambrano y entenderán lo que digo.

Hay que seguir un camino de renuncia de los valores naturalizados: valores de visibilidad, valores de aceptación social. Para Spinoza, lo aclara unas páginas más adelante, las riquezas y los honores tienen valor solo como medios, no como fines u objetivos. Han de servir para algo saludable, no se han de buscar como solución a nada relevante. Sin embargo, ese camino de perfección tiene contradicciones, por ejemplo: ¿cómo puede alguien sin ningún honor dedicarse a la meditación y a la escritura? ¿No hace falta algún tipo de honor para que el pensador y el escritor puedan desalojar una gran cantidad de tiempo y dedicarse a sus cosas, sus papeles, experimentos, comprobaciones y estudios?

Lo que nos conduce a esta amarga verdad: un obrero, un ciberproletario, o una persona aplastada por los dispositivos emocionales de control social actuales, una persona neuronalmente quemada, ¿puede emanciparse y pensar? La respuesta es no."