https://www.galaxiagutenberg.com/producto/la-meditacion-soleada/
"En la intención va inscrito el deseo. El deseo es una de las caras de la intención. Ya se dijo, somos seres deseantes. No hay modo de evitar la seducción del deseo. Vivir es desear. Anhelamos desde la mente, como si el vacío radical de la conciencia tuviera que llenarse con intención para engendrar las formas. El deseo intrínseco del ser se aprecia en el impulso por regresar al origen que curva nuestros universos. Pero hay diversos modos de reaccionar al deseo, distintas actitudes. Podemos dejarnos arrastrar por el deseo ciego (una forma, como otra cualquiera de anteojeras), o cultivar el deseo irónico. Aprender a mirarnos desde fuera y ver cómo deseamos. Aprender a sonreír ante nuestros propios deseos. Incluso a burlarnos de ellos. ¿Quién es aquel que es capaz de salir de sus propios deseos? La meditación soleada es un medio para conseguirlo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario