Reinaldo Laddaga, Altas del eclipse, Barcelona, Galaxia Gutenberg (2022)
http://www.galaxiagutenberg.com/libros/atlas-del-eclipse/
El coronavirus fue la Gran Pausa. Pero además, la pandemia puede leerse en clave de cuento de terror. Y así lo hizo Laddaga, con Edgar Allan Poe y esos cuentos suyos que muestran un espacio donde no se está ni vivo ni muerto: "El entierro prematuro", "Pérdida del aliento", "La máscara de la muerte roja", "Revelación mesmérica". Para colmo, el autor padeció el virus en carne propia."Y tenían miedo: todos tenían miedo. Es que no les habían dado la indumentaria que una enfermedad tan contagiosa requería, de manera que por los pasillos caóticos se veía desfilar la mayor variedad de coberturas protectoras. Las doctoras y enfermeros se traían de sus casas lo que fuera que pudiera detener la transmisión del virus: anteojos de buceo, máscaras de metal como las que usan los soldadores, cascos de motociclista, guantes deportivos para las manos y bolsas de plástico para envolverse los pies. Y ese desfile ominoso de disfraces marchaba por pasillos donde los enfermos estaban acostados boca abajo en sillones y banquetas, con tubos de oxígeno en la espalda, como buzos en el lecho de una corriente evaporada, y en salas atestadas donde ocho pacientes estaban conectados al tanque de un respirador como si fuera a un pulpo mecánico y ruidoso."
Atlas del eclipse es una crónica de Nueva York durante la pandemia. Calles vacías, fantasmales. Camiones frigoríficos para conservar cadáveres. Cementerios. Pero al mismo tiempo, es la crónica del pasado de Nueva York, casi siempre en excursiones por el lado más desfavorecido de la ciudad, por las afueras. Las películas suelen mostrarnos mucho más a los ricos que a los pobres. Así, leemos historias entrelazadas que superponen capas de tiempo en los mismos lugares. Un mapa lúgubre con historia.
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