lunes, 19 de agosto de 2019
Escribir. Fragmento del diario (12/11/2009)
Cuando estoy trabajando, cuando estoy en ello, esta
sensación de inseguridad es más cotidiana. Pasa uno de pensar que es una obra
maestra a pensar que es una mierda, incluso en la primera relectura. Bueno,
estoy exagerando. La verdad es que suele ocurrir más bien por días. Hay días
muy buenos, otros malísimos, y los más ni buenos ni malos. Es ir haciendo y ya
está. Uno va como distanciándose de lo que está escribiendo, y por eso termina
por ocurrir que se transforma en un bucle, una manera de mirar, de leer, de la que
uno no puede salir, porque en realidad no puede entrar. Ya no está uno dentro
de la novela como para saber qué está pidiendo la novela. Qué es lo que está
ocurriendo allí. Saberlo, porque aquello es un mundo completamente imaginario.
Un mundo paralelo donde ocurren cosas, la más de las veces completamente
insospechadas.
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Sí, ciertamente, cuando uno escribe, el primer sorprendido es el propio autor. Ocurren cosas que no pensábamos en el texto.
ResponderEliminar¿Verdad? Gracias por tu comentario. Un saludo
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