rumiar la biblioteca

lunes, 10 de julio de 2023

Museo de las correcciones (2014-2016)

(Salvo que se indique lo contario, todas las correcciones son ortotipográficas.)

2014

El ruido del mundo

Razón, portería

Las astillas de Yavé

Nosotros los abajo firmantes

La piel dorada (estilo)

Tres soldados

Europa

La guardia blanca

La especie fabuladora

El jardín de la memoria

Terra nova 3

Las dos señoras Grenville

Hanns y Rudolf

Granta 1

Rojo como la sangre

En busca del azul (The Giver)

El mensajero (The Giver)

El hijo (The Giver)

Buenos días, tristeza

El príncipe rojo

El libro de Jonah

Juan Carlos I (estilo)

 

2015

La vida no es tan grave

Monteperdido

El legado de las runas

La música de la memoria

Memoria por correspondencia

Granta 2

Comedia con fantasmas

El cocinero tenaz

La economía no da la felicidad (estilo)

Relaciones que funcionan

Descolonizar la mente

Carlos V Emperador (estilo)

Mindfulness funciona

Signor Hoffman

La nueva educación (estilo)

Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York

Filosofía inacabada

El escudo de Jotán

Leningrado

Suicidios ejemplares

El viaje vertical

Lo que sé de mi pingüino

Franco con franqueza

El asesinato de Cenicienta

Secretos a voces

Cavafis

Tierra negra

Cambia el barco de rumbo (estilo)

 

2016

Más generoso que la soledad

El estreno

Lunáticos, amantes y poetas

Apóstoles y asesinos

Filosofía mundana

Sobre huellas de gigantes

Un hombre astuto

El invierno en tu rostro

La dieta cero barriga

Lenguaje tachado

Motivos del cine

El amor te hará inmortal (estilo)

El eco de los disparos

Un amor que destruye ciudades

La noche sobre los dos ríos

El hombre invisible

Adelaida y Coco

Vértigo y pasión

Asamblea ordinaria

Harley manía

Las páginas secretas de la historia

De noche, bajo el puente de piedra

La secesión de los ricos

Agentes del imperio

Laura llega al final del camino

Más vegetales, menos animales

Fuera de clase

La prisionera (En busca del tiempo perdido)

El tiempo recobrado (En busca del tiempo perdido)

Caída libre

La guerra alemana

Todos tenemos un lado oscuro (estilo)

La uruguaya

La casa del lago

Una historia para compartir

Los prisioneros del paraíso

He hecho un pastel para ti

lunes, 3 de julio de 2023

Museo de las correcciones (2010-2013)

(Salvo que se indique lo contario, todas las correcciones son ortotipográficas.)

2010

El reino dividido

El pájaro espectador

Cita en los infiernos

A merced de la tempestad

Un matrimonio feliz

Libros de Círculo de Lectores imposibles de recuperar

 

2011

Nadie te encontrará

Ratas de Montsouris

Rescatando a Sara

La viuda embarazada

Nómada

Balada del Pacífico Sur

Pantano de sangre

Prométeme que serás libre

El primer día

El frente ruso

La primera noche

El amigo americano

Vivir solos juntos

A sangre y fuego

Caligrafías de los sueños

Con el corazón en la mano

Mi abuelo llegó esquiando

Hotel Finisterre

Bad Lands

Vaclav y Lena

Mi planta de naranja lima

Las crónicas de la señorita Hempel

Los amigos de Eddie Coyle

El libro negro

Libro de estilo urgente. Agencia Efe

Martin Dressler

Un viaje optimista por el futuro

Adiós a la Universidad

Cuando leas esta carta

Levadura de malicia

La lección tunecina

La economía del miedo

La devoción del sospechoso X

Rescate

Flores de sombra

Todo

Alí y Nino

 

2012

Ganarse la vida

No mires atrás

La lluvia de los inocentes

La tabla esmeralda (estilo)

Prepárate

Todo a mil

Aferrados a la vida

Yo no me quiero jubilar (estilo)

Lágrimas azules

Esposa por la mañana

¿Qué nos ha pasado?

El tren de la última noche

Amor en la tarde

Robo a un banquero

La vuelta a Europa en avión

Más que una amante

Ratas en el jardín

Cuerpo a cuerpo

El precio de la civilización

Berlín 1961

Sociedad negra (estilo)

Pasando el rato en un país cálido

La perla de China

Los imperios ibéricos y la globalización de Europa

Siempre hay un mañana

Linda, como en el asesinato de Linda

A propósito de Abbott

Escribir en internet

Magnicidios de la historia

Wunderkind

Continente salvaje

Berlín 109 (estilo)

La casa del silencio

Camarada Javier Pradera

Mi testamento político

Muchacho de oro, muchacha de esmeralda

Subdesarrollo y esperanza en África

Verano en English Creek

También hubo amor en el gueto

¡Democracia! (estilo)

Las promesas políticas

 

2013

Amor robado

Estambul era un cuento

Los señores del poder

Elogio de lo cotidiano

Método Valérie (estilo)

La maldad política

Tiempo de cenizas

Una semana de invierno (estilo)

Los jueves en el parque

S.E.C.R.E.T.

Cádiz a contrapelo

El diccionario Lemprière

Ciudad embajada (Embassytown)

El prestamista

Ojo por ojo

De cine

Tzili, la historia de una vida

Intriga en Nueva York

El ganador se queda con todo

La Maleta de Portbou 1

La sombra de Suárez (estilo)

La invención del arte español

Polonio 210

La reina se va de viaje

Historia de la nación

El rinoceronte del papa

La isla de las gaviotas (estilo)

Karl Marx

Reinos desaparecidos

Espíritu festivo

Método del doctor Neira

Un duque nunca se rinde

Apaches

La leyenda de la isla sin voz

 

lunes, 26 de junio de 2023

Edgar Borges o la novela cronopia

Edgar Borges, Figuras, Barcelona, Trampa (2023)

https://trampaediciones.com/catalogo/figuras/

Una novela cronopia que defiende la imaginación, la capacidad de juego y la importancia del punto de vista.

Figuras cuenta la historia de Enrico, un hombre que en vez de caminar, salta. Una especie de hombrecillo resorte. Él se dirige al manicomio de la ciudad y para llegar hay unas casillas y unas normas. La norma dice: “está prohibido correr sobre las casillas”. Y entonces él salta para ni contravenir ni respetar la ley. Encuentra una solución intermedia y personal. Además de saltar, Enrico lo dibuja todo: cada experiencia tiene un dibujo, dibujos que se incluyen en el libro.

"¿Qué significa saltar? Más que un significado, saltar es un movimiento continuo. Saltar es la forma de juego más discreta que tenemos los adultos. Como mucho, algunos curiosos se reirán al verte; otros, los más rabiosos, te llamarán loco. Pero luego te dejarán en paz. El mundo seguirá el curso de sus tonterías. y tú el de tus saltos."

Se dirige al manicomio que se llama Casillas porque tiene un encargo: entregar una carta a la única mujer, Federica, que está interna allí. Hay un guardián del manicomio que enseguida se convierte en su antagonista. Le pone impedimentos para entregar las cartas a Federica. Dicta leyes. Sabemos que es el guardián de los espacios y del tiempo, pues los manipula a su antojo. 

Además de saltar y dibujar, Enrico sufre “crisis de la perspectiva”. Le sobreviene cuando ve otros puntos de vista en simultáneo:

"Si 'la perspectiva supone la contemplación del mundo desde un solo punto de vista, desde un ojo único que abarca todo el panorama', el mal de Enrico consistía en la alteración del eje de observación. La angustia por la perspectiva le sobrevenía cuando, de una manera irracional, su punto de vista se desplazaba por otros hipotéticos puntos de vista que podrían coexistir en torno a un espacio determinado."

Así, leemos una historia alegórica que invita al lector a hacer interpretaciones: las relaciones de poder entre las personas, la organización de la sociedad, la importancia de la imaginación y el juego como disparadores para crear un mundo distinto.

 


lunes, 19 de junio de 2023

Juan Cárdenas o la cuestión de la literalidad

 

Juan Cárdenas, Peregrino transparente, Cáceres, Periférica (2022)

https://www.editorialperiferica.com/libros/peregrino-transparente/

Difícil hablar de esta magnífica novela aunque el argumento es sencillo: arranca con un narrador que fantasea con escribir la historia de un acuarelista inglés, Price, y eso porque estuvo leyendo el libro Peregrinación de Alpha de Manuel Ancízar, un libro de viajes colombiano del siglo XIX. Un libro de historia, geografía, costumbres, etc. Un libro de esos que se encargan de "inventar una nación". La lectura del libro le hace crecer en la mente la historia del acuarelista que está trabajando en Colombia con una expedición científica en 1850, nos dice el narrador. Así, leemos la historia del acuarelista y los propios devaneos del narrador. Se va mezclando ficción y ensayo y es maravilloso ver nacer la ficción como si estuviera viva. 

"Y, por supuesto, estaría mintiendo si dijera que en estas fantasías no se cuelan muchos de mis pensamientos. [...] Mi deseo es que todas las criaturas que pueblan estas páginas [...] encuentren una manera de cantar con una voz íntima y me lleven a lugares que ni yo mismo sospechaba. [...] Ha sido Price quien me ha sugerido la idea vaga, quizá equivocada, pero no por eso menos palpitante de que existe un vínculo oscuro entre realismo y racismo."

Eso es lo que leemos en la primera parte, porque el libro está compuesto por tres partes. En la primera seguimos al acuarelista inglés y todo es como aquellos libros de viajes donde se describe la flora y la fauna y la geografía y paisajes de una tierra nueva. Estos libros fueron frecuentes en Latinoamérica porque tenían que inventar una nación y además seguían buscando recursos para seguir explotándola, algo que aún sigue en boga. Además, Price está siguiendo el rastro de un artista local y participa de la vida cultural y social del país. 

La parte del medio está construida con textos poéticos donde prima la literalidad, y es que el narrador ya nos estuvo hablando de la literalidad, es decir, que no se puede leer y siempre estar pensando que se quiere decir otra cosa, que no se puede sospechar siempre que todo es metáfora o alegoría. 

"la literalidad es todo eso sin necesidad de ser nada y por eso estamos aquí, encerrados del otro lado de la piel"

La tercera parte nos narra la historia de un asesino que evidentemente es un personaje que vemos aparecer en la primera parte, la parte del acuarelista inglés. Más que la historia del asesino es la historia de un abogado a quien le encargan sacarlo de la cárcel porque es notablemente hábil como ilustrador, y resulta que el abogado lo saca de la cárcel y el tipo se le escapa y empieza a matar a diestro y siniestro por venganza. 

Más allá del argumento, que por lo demás es sumamente entretenido, escrito deliciosamente, late por debajo la idea de cómo se construyen los países, cómo se inventó el concepto de nación. El siglo XIX aún perdura en muchos de nuestros pensamientos patrióticos y geopolíticos, pero no debemos olvidar, nos dice el libro, que los países son meras fantasías.

"Todos los países son fantasías, alegorías que se desvanecen como algodón de azúcar en la lengua materna. El meollo del asunto, sin embargo, es que no hay exterior a la fantasía. No hay manera de salir de ella. Lo que hay, en todo caso, son umbrales, portales patafísicos, fronteras especiales, barcos fantasmas, barcos encallados, agujeros de gusano, trapiches de materia oscura, cavernas, pasadizos ocultos detrás de una catarata, por los cuales un peregrino transparente podría atravesar de una fantasía a otra."

lunes, 12 de junio de 2023

Conversación con Fernanda García Lao a propósito de "Autobiografía con objetos"

 

Fernanda García Lao, Autobiografía con objetos, Barcelona, Kriller71 (2022)

https://kriller71ediciones.com/coleccion-poesia/autobiografia-con-objetos/

[Publicado en Quimera 469 en enero de 2023]

Narradora, dramaturga y poeta, Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966) nos tiene acostumbrados a la sorpresa. Frases cortas y precisas que elevan nuestra percepción del mundo y nos sitúan en la azotea de las cosas. Autora de Nación vacuna (Candaya, 2020) y Sulfuro (Candaya, 2021), entre otros, publica en España el poemario Autobiografía con objetos (Kriller71, 2022). Dice aquí García Lao que «las ideas deben pronunciarse para que existan». Es así como la fuerza poética (en el sentido de hacedora de cosas) pone en pie este museo de la memoria de sus años del asombro. 

En Autobiografía con objetos me encontré con una especie de álbum de fotos y a la vez un diccionario personalísimo o un catálogo de algún museo que fue construyéndose en tu memoria. ¿A qué responde este ánimo de hacer repaso de la vida? ¿Qué fue lo que te llevó a esa voluntad de archivar? He practicado el ejercicio de la pérdida desde muy temprano. El primer exilio, obligatorio, significó distancia, anulación. Nací en tierra temblorosa, adicta a los sismos: las cosas que quedaron en Mendoza aparecieron bajo los escombros en la casa de mi abuela, producto de un terremoto que acabó con esa habitación en particular. La que guardaba lo nuestro. No hubo metáfora sino literalidad. La vida no se distrae con eufemismos. Este libro es un modo de rescatar lo perdido. En general, los inventarios se confeccionan antes. Yo lo hice después, apelando a la memoria. Pero soy bastante amnésica, es decir, quizás el olvido sea un método de supervivencia y escribir sea trabajar en contra. Sentí la tentación de recuperar. La escritura se parece a la arqueología: escarba, encuentra restos que ha de conectar, traza líneas temporales y parentescos. Asume un universo ausente. Hice auto arqueología íntima. Digo, no había tesoros que descubrir sino objetos simples que hablaron con discreción de mí. 

Al comienzo del libro, leemos una especie de advertencia donde explicas que «una biografía podría ser un repertorio de materia». Y los poemas nos presentan objetos y experiencias que parecieran inaugurales, fruto del asombro, la curiosidad o el accidente. ¿Cómo elegiste los objetos de tu autobiografía? ¿Las palabras también son objetos? ¿El lenguaje tiene cuerpo, ocupa espacio? El lenguaje es un cuerpo precioso. Y los objetos también. Ambos conversan con quien los toca, son reveladores. Decir es una elección de contacto. No da igual cualquier palabra, hacemos sintaxis de conexión. Me he pasado años buscando objetos y palabras. En el teatro, el vínculo entre persona/voz, objeto/cuerpo, y espacio/trayectoria crea un organismo único de poesía y significación. Vengo de ese vicio. De asociar cuerpos de distinta temperatura, es decir, de apelar a la discordancia. Estos objetos míos podrían ser considerados mi arquitectura efímera. Las piezas a partir de las cuales reconstruyo lo que perdí. Fueron apareciendo solos, unos trajeron a otros. Hay gente que paga trasteros porque no puede deshacerse de lo que ya no tiene lugar. Este libro es mi desván mental. Entro y salgo cuando quiero.

Tu escritura parece utilizar el lenguaje como semillas. Y la conciencia se expande en la mente del lector. Tu fuerza poética germina y consigue crear mundo. Podemos decir que ese es el misterio de la literatura. Hay en el libro muchas referencias al lenguaje de la literatura que no es el mismo que usamos como herramienta de comunicación. El lenguaje es «una bestia lúcida que mira de frente» o «el miedo escribe sin idioma». ¿Cómo trabajas con el lenguaje? ¿Hasta qué punto el lenguaje literario es capaz de describir las cosas o de crear otros mundos posibles? Oh, gracias por semejante lectura. Trabajo muy a oscuras, la verdad. Voy iluminando áreas a medida que avanzo. Como si prendiera luces de un espacio del que desconozco su dimensión. A veces encuentro sectores de tamaño generoso y otras, apenas habitaciones, un músculo o un cajón. Bachelard indagaba en la forma y, en su biología poética, habilitó un modo de escribir el mundo, donde la poesía era pariente pobre de la ciencia. O como diría María Zambrano, loca por demasiada razón, lúcida en su deliro, la poesía hace del lenguaje su lugar. Me gusta vivir ahí. Hago y deshago para perturbar al tiempo. Me seduce ocupar el mundo, probar sus instalaciones, pero la libertad de pensamiento es la única libertad. 

Eres una escritora anfibia, pareciera que trabajaras muy cerca de las fronteras de los géneros hasta conseguir desdibujarlas. También tienes la experiencia de la identidad extranjera o nómada. ¿Crees que esta borradura de fronteras en la vida repercutió en la construcción de tu poética? Creo que la escritura es una zona en sí. Y no quiero ponerle vallas ni puertas. La cabeza no las tiene. La vida me puso en marcha y la extranjería, estar fuera de lugar, duele al principio, pero es indispensable. Caminar y distanciarse, desplazar y contaminar el lenguaje, incluso quedar sin palabra, cuestiona y amplía la percepción de lo que fui. El mundo ha ido perdiendo su tamaño, es más fácil de abarcar. Antes irse era un verbo definitivo. Cuando no viajo, leo o imagino. Leer es un modo económico de mutar.

¿Te consideras una escritora argentina, inserta en esa tradición, o en una más general? ¿Qué piensas de clasificar la literatura por nacionalidades? Por momentos me considero argentina, por momentos marciana. Mi tradición existe en su impureza, como la de todos. Qué hacer con lo heredado es lo inquietante. Pero mis referentes no pertenecen sólo a mi tiempo ni a mi lugar de origen. Son mi familia espectral y, como tales, no respetan las leyes del cuerpo ni de la franja horaria. 

¿Cuál es tu familia poética o tus influencias a la hora de escribir poesía? ¿Y qué buscas como lectora de poesía? Mi familia es enorme y contradictoria. Hay decadentistas, médicos, inadaptadas, filósofas, desterradas. Algunas poetas muertas: Emily Dickinson, Mina Loy, Joyce Mansour, Olga Orozco, Anne Sexton, Marosa Di Giorgio, Susana Thénon, Juana Bignozzi. Algunas vivas: Anne Carson, Mary Ruefle, María Negroni, Robin Myers. Como lectora de poesía sólo espero dos cosas: el milagro o la gracia.

lunes, 29 de mayo de 2023

Laia López Manrique o sobrevivir en el lenguaje (citas)

 

Laia López Manrique, La mujer cíclica. Speculum, Barcelona, La Garúa (2022)

https://lagaruapoesia.com/project/104-la-mujer-ciclica-%c2%b7-speculum/

"Se pregunta cómo lee ella los libros y se responde entonces: primero con miedo, después con prisa, y hay un tercer paso. El tercer paso es volver sobre el miedo y la prisa para descomponerlos. El tercer paso es siempre volverlos a leer muy lentamente, tratando de ver a través de sus agujeros, sus trampillas. Ahí me puedo esconder, piensa. Y desde allí, desde ese otro lado, armar un discurso. Aunque desde luego no necesita armar un discurso de cada libro que lee. A menudo deja que los libros, simplemente, sucedan en ella, a través de ella. Ahora se da cuenta de que esa ha sido una manera, tal vez la única, de aprender." 

"En cierto modo sucede que uno nunca habla su propia lengua. Uno habla siempre moradas provisorias. Eso es lo que me digo cuando hablo mi lengua dura, pedregosa. Que es, por lo demás, la única lengua 'mía' que conozco. ¿Y por qué, si es así, entonces, la siento ajena? Porque con ella no alcanzo. Cuando digo 'no alcanzo' me refiero a algo similar a lo que les dicen a los niños que aprenden a nadar en la piscina: a esos niños les preguntan si 'hacen pie'. Con la lengua no hago pie. Solo sé hacer pie con el tacto, pero la lengua no toca. La manquedad de la lengua es su mismo movimiento, su necesidad."