Patricio Pron, La naturaleza secreta de las cosas de este mundo, Barcelona, Anagrama (2024)
Olivia es actriz y va conduciendo su coche por Manchester y no sabe que está a punto de estrellarse; su padre ha desaparecido un buen día sin dar explicaciones; su mamá, artista plástica, ya ha dejado de esperarlo hace mucho. Tampoco han encontrado el cuerpo, de modo que su vida es una incógnita. Mientras sabemos que está a punto de sufrir un accidente, conocemos gran parte de la vida de Olivia y de cómo ella la interpreta.
Edward (padre de Olivia) es un hombre que un buen día sale a caminar y sigue adelante, no sabe bien por qué motivo no encuentra el momento de regresar a casa. Ha dejado a mujer e hija pero no le importa, solo quiere desprenderse de todo, incluidos afectos y profesión (es pintor). Comienza a trabajar en un hotel como manitas y más tarde como limpiador de habitaciones; al poco conoce a dos inmigrantes y se va a vivir con ellos y con ellos van haciendo trabajillos aquí y allá. Paul, uno de los inmigrantes, también termina un día por desaparecer.
"La desaparición es un tipo de acontecimiento singular, que deviene rápidamente estado y pone de manifiesto que la indeterminación y el doblez son parte de la naturaleza secreta de las cosas de este mundo [...]."
Pero lo que este díptico tiene de interesante no es en sí el argumento, de lo más anodino por otro lado, algo parecido a la impresión que transmiten estos dos personajes que pareciera que desconocen el entusiasmo. Dos personajes que podríamos imaginar perfectamente habitando un cuadro de Edward Hopper o de Lucien Freud, gente que no entiende por qué sale en la foto ni qué ha venido a hacer a este mundo, aunque la inercia los arrastre a continuar. Son dos practicantes de la abulia y el desasosiego; dos personajes que llenan sus vidas de silencio, sobreentendidos o malentendidos. Entonces, ¿por qué seguir leyendo? Diremos que por la prosa de Pron que envuelve con cadencia irónica, con aire centroeuropeo, una prosa que reflexiona y ensaya al tiempo que sigue narrando, porque en esta novela, sin embargo, pasan muchas cosas.
La naturaleza secreta de las cosas de este mundo se sostiene por el estilo y porque en realidad (todos lo sabemos) la vida de cualquiera de nosotros es tan apática como la de ellos dos. Nos la pasamos haciendo pequeñas cosas la mayor parte de las veces por inercia, y mejor que no nos detengamos a pensarlas, porque tal vez tomemos el camino de salir a caminar hacia ningún lado y no regresar más.