rumiar la biblioteca: Cuentos para la dueña dolorida
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lunes, 16 de febrero de 2015

Jorge di Paola / Juan José Manauta

Quería hacer dos post: uno sobre Di Paola y otro sobre Manauta; quería releer los dos ejemplares de cuentos viejos y de papel excesivamente amarillento que andan allí cambiando de balda en mi biblioteca y humedeciéndose, y atemperándose de interrogantes y cierta ranciedad; quería, no faltaba la voluntad, pero la modorra de siesta en pleno invierno desanima a cualquiera.

Diré de Di Paola, quizá el más interesante y simpático: el espejo, el simulacro, la prosa rara, la enfermedad.

"Porque somos incapaces de aseverar, incapaces de negar que nos miramos a un camaleón adosado a nuestro espejo, y que con otro en la navaja nos afeitemos. En ese espejo que se empaña con su propio aliento de camaleón, el desdichado, que solo puede tener su figura cuando otro de su especie se apoya sobre él." ("Camaleón en el espejo")

Diré de Manauta, que parece más prolijo y realista-costumbrista: ahora mismo lo acomodo con Selva Almada.

"Me puse a tomar mate con ella. La Diana es de poco hablar, pero sabe mirar con una tranquilidad en los ojos... por donde se le adivina el hambre y la paciencia que una mujer necesita para aguantarla. Mucha paciencia. Más paciencia que el hombre, porque una mujer piensa tal vez que con el hambre perjudica la descendencia. La Diana callaba (con ese nombre de perra que el Tuco le había puesto), pero sonreía y me miraba tristemente, ajena a toda felicidad, o como diciéndome que ya era una mujer. Le di otra torta frita y ella volvió a arreglar el mate." ("Diana")