Germán Sierra, Artefacto (2018), traducción de Javier Calvo, Madrid, De Conatus (2020)
https://deconatus.com/libros/el-artefacto/
"La humanidad es un mito insignificante de los ordenadores futuros."
Uno de los mayores desafíos de escribir historias que hablen de un futuro próximo es imaginar un concepto de mundo distinto. Germán Sierra consigue en El artefacto no solo hablarnos de cómo la tecnología asociada a la biología cambiará nuestra percepción, sino que escribe habitando ya en ese futuro: prosa de sintaxis veloz, poética e hiperconectada, logarítmicamente exquisita. La lectura es en sí misma una experiencia cíborg.
"A fin de cuentas los animales no somos más que sustancias químicas inestables aceleradas hasta formar bucles retroalimentados. Niveles de resonancia, átomos flotantes, cuerdas vibratorias."
Así accedemos a un relato donde el protagonista es un hombre con un brazo biónico. Le tuvieron que amputar el brazo porque tuvo un accidente con un dron que se estrelló contra el parabrisas de su coche. Cosas que nos van a pasar tarde o temprano. Es profesor universitario, hace tiempo escribió unas conferencias a propósito del silencio. Y vaya si todo eso ahora vuelve a tener sentido: su brazo fantasma disfrazado de prótesis pone en evidencia lo que queda en la sombra, lo no percibido, lo silencioso. Reflexiones sobre la condición posthumana y relaciones amorosas frías como circuitos inalámbricos aparte, un día recibe la llamada de un exalumno que le dice que han observado algo extraño en el TAC de uno de los sujetos de experimentos. Hay algo metido allí, en los pliegues del cerebro, algo que llaman "el artefacto".