http://www.megustaleer.com/ficha/GM27293/divorcio-en-el-aire
El cascarrabias cínico Joan-Marc ha tomado la palabra, prototipo algo exagerado del catalancito burgués inútil hijo de papá (qué hacemos sin papá, por qué me abandonaste), los que espían correos y teléfonos ajenos, los que desprecian ciertos barrios de la ciudad, los que valoran el hablar francés con buen acento, los que tratan con condescendencia a los extranjeros, los que despellejan a sus rivales, los que detestan a los viejos: y la vejez, esa evidencia que acecha, y la enfermedad, eso de lo que tomamos conciencia cuando estamos a punto de pisar la cuarentena: el miedo a lo inevitable, la certeza de que ya no puede arreglarse.
"¿Qué podía recomendarle a aquel pobre tonto? No conozco ningún paliativo contra el paso de los años ni para tantas cosas hermosas que han muerto arrastradas por el flujo de la vida corriente: horas y horas de indescriptible vulgaridad. Tampoco podía convencerle de que en términos generales este asunto tan delicado de vivir fuese a mejorar: la edad se las arregla para descubrirnos peores perspectivas sobre nosotros."
Ritmo trepidante y a la vez reflexivo, como olas, como loops que ralentizan pero al tiempo completan y redondean y por fortuna terminan regresando a la historia principal, al divorcio que está por tener lugar, y todo eso sin un respiro, algo parecido aunque discursivo y lineal (qué remedio tratándose de un libro) a cómo transcurre el pensamiento, al menos a cómo creemos que podemos plasmar eso que llamamos reflexión, el encadenamiento de ideas, la imagen que despierta el recuerdo de otra similar, pero todo ese deambular por la conciencia (o la experiencia) tiene un sentido: la justificación de cómo se ha llegado a eso.
Me ha sorprendido Torné con ese complejo y detallista retrato del prototipo y del hábitat construido con frases elaboradas donde la ironía nunca falta, y la ambición por representar la condición humana a lo realismo judío norteamericano que tan bien casa con la idiosincrasia del catalán: el hombre venido a menos, el hombre con miedo, el desconcertado por el mundo y sus semejantes, el fracasado y sobre todo desilusionado que reclama a gritos: ¿por qué nadie me explicó cómo iba esto?
Confieso que conmueve como una novela de Bellow.
"¿Cuál es la frecuencia en la que los confusos relatos que avanzan por su propio carril cristalizan en una visión amable para las personas que importan, para no dejar una sola fuera de los círculos misteriosos de la amabilidad? No lo sabes, claro, nadie lo sabe, pero creo que así es como vivimos, empujados por una inercia oscura a separarnos de nosotros mismos, y nadie puede restituir nada, lo que pasó está roto, lo que se rompió no puede volver a juntarse."
Hola Verónica:
ResponderEliminarMe gustó el comentario. Me apetece leer a Torné, pero creo que empezaré por su primera novela.
Saludos
Pues a mí Lo inhóspito, su primera novela, no me dijo mucho, Hilos de sangre me la salté y probé con la última. Me gustó quizá porque conocí a un personajillo similar, y me parece que retrata con mucho acierto la más recalcitrante burguesía catalana, en cierto punto. Ha crecido mucho como narrador con respecto a la primera novela, un hallazgo y una sorpresa.
EliminarYa nos contarás tus impresiones... Un saludo!
EliminarHola Verónica:
EliminarMe doy cuenta de que no transmití la información que quería transmitir; porque pensaba que la primera novela de Torné era Hilos de sangre; y era ésta la que quería leer.
La verdad es que no conocía la de Lo inhóspito.
Creo que me pondré con Hilos de sangre, que fue la que hizo que se hablara mucho de Torné y tengo curiosidad.
Saludos