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lunes, 23 de noviembre de 2015

1 - "La historia" de Martín Caparrós: Primera

«El periodista y escritor
argentino Martín Caparrós»,
de Marta Nebot
Martín Caparrós, La historia, Bogotá, Norma (1999)

Esta novela está agotada y no se encuentra por ningún lado. Por suerte el autor me facilita un archivo. Enseguida entiendo por qué, en los tiempos del lector en peligro, artefacto semejante ha desaparecido: más de 800 páginas y estructura de lo que hoy se comienza a definir como "alta literatura" o "novela de autor". En fin, para hacerse una idea: es novela hermana o familiar más o menos cercana de Pálido fuego, El Quijote, Yo el Supremo, Diccionario jázaro, "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" pero en novela, La vida instrucciones de uso, en cuanto a lo que tentativamente llamaré "neoenciclopedismo irónico" (en este caso, más bien paródico), y otras muchas, sin duda.
Mi intención no es destriparla sino exponer mi deslumbramiento ante tamaña empresa, y para ello iré por partes. Además, es tan extensa y detallista que desmenuzarla sería imposible: excede incluso lo que comúnmente entendemos por desmesura. 

Allí se nos presenta un manuscrito encontrado en el que se describe una civilización protoargentina, la de los calchaqui. Se nos dice que se trata de la traducción al francés por parte de un aristócrata de un manuscrito español dictado a José Luis de Miranda, franciscano español, aproximadamente en la segunda mitad del siglo XVII. De modo que lo que leemos es la traducción de la traducción, es decir, un múltiplo (según terminología de A. Thirlwell) y un homenaje-múltiplo a El Quijote. También leemos las notas y comentarios al manuscrito por parte de un narrador erudito que no tienen desperdicio: un despliegue de imaginación y belleza y divertimento excesivo por los cuatro costados. 

El manuscrito está contado en primera persona por Oscar, uno de los últimos Padres o jefes, para entendernos.

La Primera nos dice que el principal acto del nuevo Padre una vez instituido es elegir el Tiempo: es decir, elegir la concepción del Tiempo que regirá durante todo su reinado. Al parecer, los calchaqui son capaces de concebir y adaptarse a muchísimas y diferentes maneras de concebir el Tiempo y no se limitan a la concepción lineal, tal y como viene haciendo la civilización que mejor conocemos. Hay también un tipo de elección exclusiva de la casta superior, los habitantes de la Casa: la de elegir la propia muerte, a la que solo ellos pueden sobrevivir
"Hasta entonces solo nosotros podíamos sobrevivir a la propia muerte: era nuestro privilegio. Y mi padre tuvo que extenderlo: un poco, para apoyar su tiempo. Al principio no pasó nada, y dudo que esos infelices hayan venido de verdad, pero vulgos empezaron a pensar que ellos también podían sobrevivir a sus muertes. De ahí debió venir, más tarde, la revuelta. La revuelta por la vida larga fue el principio del final de la Ciudad y las Tierras: cuando nuestros vulgos y personas dejaron de ser orgullosos de sus muertes. La historia de la revuelta y del bastardo que la hizo es la historia más triste de Calchaqui; sé, también, que es su historia. Siempre es mejor la historia de cómo algo que fue tremendo se destruye."
Quizá sean estos dos, el Tiempo y la muerte, los asuntos de mayor relevancia de la Primera. Pero hay otros que llamaron mi atención:
1. El asunto de las biógrafas:
 "La biógrafa había decidido sobre quién escribiría su historia. Tenía que ser un vivo, pero no tenía que ser alguien particular (Padre, Guerrero, Maquinista): cualquiera podía ser tema, y ahí estaba buena parte del arte. [...] La biógrafa sería la sombra de su tema."
 2. El asunto de las máquinas: cuanto más efímeras, más valiosas, es decir, si sirven para una sola vez se convierten en arte, tal y como lo entendemos nosotros. Por ejemplo, hay máquinas de música que tocan una melodía una sola vez mientras se van deshaciendo. A este tipo de máquinas, de las que solo disponen los de la Casa o mercaderes muy ricos, se las llama dignas frente a las de muchos usos o indignas.
3. El asunto de las prácticas sexuales de los calchaqui, que son sofisticadísimas.
4. El asunto del canibalismo ya olvidado en Calchaqui, y la importancia del perfume y de la música.

En las notas a la Primera se nos da a entender que hubo un encubrimiento deliberado del manuscrito por su peligro: aparentemente se trata del primer manifiesto revolucionario. ¿Quiénes fueron esos encubridores?, se pregunta el narrador:

"¿Serán aquellos que postulan, en la línea mitrista, que la Patria nació en 1810 y tratan, desde entonces, de negar toda huella de civilizaciones anteriores? ¿O los europeístas de la generación del 80 que siempre se avergonzaron, también, de cualquier origen autóctono? ¿O, más moderadamente, los que pudieron enterarse de nuestras investigaciones y quisieron impedir toda comprobación de que un escrito protoargentino había servido de inspiración a las grandes revoluciones antiabsolutistas?"
Obsérvese en la cita un repaso a la historia argentina o a la invención de una nación.

Por lo demás las notas son maravillosas y expanden la historia con otros manuscritos agregados: exhaustivas descripciones de géneros literarios (diálogos, biografías de las partes del cuerpo, poesías), de las diferentes lenguas según la pragmática o a quién uno se dirige, de la geografía, una receta de cocina, juegos de adivinanzas, flora y fauna (especialmente descripciones de la vicuña y su provecho), novelas intercaladas como ejemplos de taxonomías, el hilarante manual de la masturbación masculina, el divertidísimo diario del mercader italiano, etcétera. Siempre y en todo momento abunda una finísima ironía y sentido del humor.


Aquí la serie completa sobre La historia
1 - "La historia" de Martín Caparrós: Primera
2 - "La historia" de Martín Caparrós: Segunda
3 - "La historia" de Martín Caparrós: Tercera
4 - "La historia" de Martín Caparrós: Cuarta y Mi vida