Anronio Orejudo, Ventajas de viajar en tren (2000), Barcelona, Tusquets, 2011 |
Cercano a Copi, Aira, Guebel y hasta a Laiseca y Levrero, de narrativa onírica y osada, en búsqueda constante de provocar al lector: asco, miedo, indignación, risa, desorientación, excitación. Tampoco pierde tanto el hilo de la narración, y eso es celebrable. Hilarante, pues, y al tiempo metaficcional: nunca olvida desnudar el pacto de ficción, y de paso algunos artefactos del varón.
La narrativa de Antonio Orejudo puede resumirse con una cita de Ventajas de viajar en tren:
"Y todo eso, que en el tren le había parecido extraordinario, pero posible, verosímil y hasta divertido, sintió que se iba convirtiendo conforme ella lo relataba en una cómica sucesión de disparates, como esos sucesos perturbadores, como esas ideas geniales que se nos ocurren en sueños, y que al verbalizarlas se diluyen en el aire o dejan al descubierto su condición de gilipollez."
Antonio Orejudo, Un momento de descanso, Barcelona, Tusquets, 2011 |
"Aunque eso me atormentó durante algún tiempo, al final comprendí que obsesionarse con distinguir nítidamente entre realidad e imaginación era un error operativo y conceptual que además conducía a la neurosis. Entendí que era más razonable -y también más exacto- considerar que la imaginación es un sexto sentido, tan fidedigno o engañoso como los demás. Al fin y al cabo, la vista también nos juega a veces malas pasadas. Hasta la razón nos resulta en ocasiones poco fiable, sin que por ello desconfiemos por principio de nuestros análisis o nos arrepintamos de tener circunvoluciones cerebrales."Os dejo un vídeo (cortesía de Librerías Gandhi) con una breve entrevista: