Rebeca Linke cumple treinta años, se corta la cabeza y se la vuelve a poner. Después se saca toda la ropa y se echa a andar desnuda por el bosque. Así comienza esta nouvelle surrealista publicada en 1950 por la uruguaya Armonía Somers recuperada hoy por Trampa ediciones. Con una prosa irónica y bellamente rara, con imágenes poéticas realmente originales que se cortan con exquisito desparpajo, acompañamos a esta mujer que se convierte en deseo puro. Es la libertad absoluta y nadie quiere ver con tanta claridad la poca libertad que se tiene. Es la libertad de la Mujer.
"Volvería a ocurrir lo de siempre, los bienes compartidos con miedo, el mundo del engaño y del robo, otra vez las inmundas ropas cubriéndola. No lo pensó más de un minuto. Echó rápidamente pie a tierra, atravesó la habitación derribando algo y se lanzó de nuevo hacia la noche que acababa de descerrejar su locura."
Por supuesto que lo trastoca todo a su paso. Llega a un pueblo y todos quieren acabar con ella porque no pueden dejar de pensar en ella, de fantasear con ella. La mujer desnuda se ha convertido en una obsesión. Esa mujer tan obscenamente libre y sin ropa.
"Yo afronto mi libertad –añadió aún en otro tono de voz, semejante, según lo advirtió, a la de cierta mujer vestida llamada Rebeca Linke–. Mas nadie debe ser obligado a sufrir por la liberación de otro, Juan, sino uno mismo."
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